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sábado, 11 de julio de 2009

1999 Everything But The Girl - Temperamental

Hola a todos. Aquí estamos una semana más para hacer una nueva propuesta de escucha musical y de paso rendir tributo/homenaje a una banda escogida para la ocasión. Es probable que algunos de ustedes ya estén de vacaciones y otros estén a punto de cogerlas (a un servidor de ustedes le quedan unos días), amén de los que por desgracia no puedan disfrutar de ellas, o los que también por desgracia estén en unas vacaciones indefinidas temporales por desempleo.

En todo caso, aprovechando que estamos inmersos en los días más largos del año y con mejor tiempo, he tenido a bien escoger uno de los discos que están englobados dentro del género electrónico del trip/hop de la 2ª mitad de los años 90. Dicho trabajo, fue grabado por una banda que tuvo una más que curiosa y a priori impredecible, a la par que muy interesante, evolución musical, Everything But The Girl.

Everything But The Girl (a partir de ahora EBTG) es un dúo surgido a mediados de la década de los 80, compuesto por la cantante Tracey Thorn y del músico Ben Watt. Sus comienzos, de forma aséptica les diré, que estuvieron asociados al pop baladístico, en muchas ocasiones con un marcado acento acústico. No tengo como propósito hacer un desgranaje completo biográfico de los grupos, sino centrarme más bien en los años o trabajos que limitan con la obra escogida. Hubo un tiempo que hacía una revisión global de la historia del grupo, pero como mi plan es volver a casi todos los artistas con el paso del tiempo, pues ya habrá ocasión de profundizar en otras épocas de las bandas.

Mi intención es tomar como punto de partida el período entre 1994 y 1995, en el cual se produjeron hechos muy importantes que marcarían el futuro de este binomio musical. Igualmente, fue la época en la que conocí el trabajo de esta banda, unos meses más tarde, en la primavera de 1996. A título personal decirles que junto a Faith No More es uno de los grupos más asociados a mi etapa en el instituto, a pesar de que en esos años empezara también con mis bandas sagradas (The Cure, Depeche Mode, The Smiths); lo que pasa, es que es cierto que en los años posteriores tras terminar la educación secundaria, estas 2 bandas quedaron un tiempo en el olvido mientras descubría otros grupos, y sin embargo mi trío de favoritos seguían en mi primera línea de atención musical.

Lo que quiero comentar antes de entrar a revisar el álbum, es que a mediados de los 90 y tras el lanzamiento de su melancólico disco “Amplified Heart”, tuvieron lugar 2 acontecimientos claves en la evolución de EBTG: por un lado, el remix de su soberbia canción “Missing” por Todd Terry, adaptándola a los nuevos matices electrónicos provenientes del llamado sonido Bristol de la mano de bandas como Massive Attack o Portishead, y por otro lado la colaboración de Tracey con Massive Attack en su disco “Protection”, cantando 2 temazos brutales como la propia “Protection” y “Better things”. Estos hechos, hicieron que el grupo virara de forma clara en su forma de concebir la música, dirigiéndose a la música electrónica y bailable, pero de buen gusto y de refinadas maneras.

En 1996 vería la luz una de las mejores obras del género denominado como trip hop que se hayan editado nunca, y que EBTG tienen el honor de tenerla incluida en su discografía. “Walking Wounded”, al calor del rotundo éxito del sencillo “Wrong”, que se convirtió en un llenapistas en toda Europa y de otras canciones excepcionales dentro del disco como “Before today” o “Big deal”, está considerado como uno de los discos más relevantes y destacables de la 2ª mitad de la década de los 90.

Podría ser obvio, y de hecho he dudado mucho en ello, que lo más lógico es que me hubiera decantado por este nocturno disco para hablarles por 1ª vez de este dúo, pero hace unos meses que accedí por fin al contenido completo de su último disco y el que siguió la estela de “Walking Wounded” a final de siglo, “Temperamental”. En su día, y como ya he referido, en mi época de instituto pude seguir las promociones de estos trabajos del dúo. Recuerdo perfectamente la difusión del video de “Five fathoms” por la cadena alemana Viva Zwei. No obstante, el disco completo no lo escuché hasta las pasadas navidades y he de decirles que me sorprendió gratamente. Pasemos pues a analizar las canciones que contiene.

Precisamente, el comienzo viene de la mano del citado single de adelanto. “Five fathoms” es un tema dance bastante intenso con una animada interpretación vocal de Tracey Thorn. Dispuso de un video rodado en la plaza de Piccadilly y sus calles anexas en ambientes nocturnos. Teclados y sintetizadores muy rítmicos y uno de los temas más claros y accesibles del disco. Cualquiera que recuerde que esta banda hacía 8 años editaba canciones como “Old friends” o “One place”, puede alucinar considerablemente. Es un tema de buen gusto, aunque he de decir que de menor calado que sus predecesoras como "canción bandera" de los anteriores pasos de la banda como “Missing (Todd Terry remix)” o “Wrong”. Para mi gusto, la mejor composición, se encuentra justo a continuación en el 2º lugar dentro del listado. “Low tide of the night”, sin dejar de lado los arreglos electrónicos, nos puede evocar a los EBTG de precisamente el disco “Worldwide”. Un tema lento, de esos que se pueden denominar en parte electroacústicos y que es una absoluta delicia desde los matices de los sonidos y arreglos sonoros, hasta la voz de Tracey en ese bonito estribillo: “cuando estás hundido en tus problemas, no se lo cuentas a tus amigos, no se lo cuentas a tu familia. No dejaré que ellos hablen de mi. No voy a decepcionar a nadie, nadie, nadie...”. Precioso corte, que nos trae de vuelta a los EBTG más sensibles, demostrando que no se han olvidado de componer canciones en ese sentido. “Blame” es el exponente del subgénero electrónico del drum'n'bass que se incluye en "Temperamental". Como bien se sabe, aquí la percusión y las bases aceleradas, confieren un carácter hipnótico y frenético al corte, que en la producción se apoya en un efecto de lejanía en la voz de Tracey que lo hace si cabe más interesante. Es quizás la canción que crea un mayor efecto de trance al escucharla. “Hatfield 1980” vuelve al sonido relajante que nos reportó al comienzo del disco “Low tide of the night”. Viene a poner de manifiesto la alternancia de sonido y de ritmo que hay en la obra. Es una canción válida, aunque me cala algo menos que la 2ª canción del disco. Si bien es cierto, en esta canción se hace un mayor uso de la electrónica, y está dentro del género del trip hop, cosa que con “Low tide of the night”, el sonido simplemente se valía de algunos arreglos puntuales y sutiles. Aquí los arreglos electrónicos acaparan el corte. La propia canción “Temperamental” trae bajo su brazo otro momento de baile. Animado corte, con una más que interesante distribución de las voces. Un marcado estribillo con una solemne sentencia por parte de Thorn “No quiero que me ames”, recuerda muy claramente al megaéxito de la banda “Wrong”. Los teclados, sintetizadores y demás arreglos, son bastante cercanos al citado clásico de la banda.“Compression” es una pista instrumental de drum’n’bass que se vale de ciertos ecos y voces puntuales aportadas por Tracey, pero que no tiene letra alguna. Más vértigo musical y ritmo para continuar tras el tema dance que le da título al disco, pero a continuación se vuelve a la calma de la mano de “Downhill racer”. Aquí son los matices instrumentales los que curiosamente nos pueden trasladar nuevamente de forma muy ligera a épocas anteriores de la banda. El uso de ciertos sonidos parecidos a un saxofón, pueden permitirnos ver la cara más clásica de EBTG, aunque sea de refilón. “Lullaby of clubland” es otro de los temas animados, bailables, nocturnos y evocadores de las luces de neón de las noches más animadas y marchosas que te puedas imaginar. A ratos me recuerda bastante al remix de Todd Terry de “Missing”. Para volver a mostrar nuevamente la constante ida y venida del ritmo a los momentos más pausados y sentimentales, se presenta ahora otro acierto de la talla de “No difference”. La forma en la que Tracey afronta la parte vocal de la canción, con esa especie de halo de indiferencia y conformismo es pasmosa. Bien pensado, si con “Temperamental” hiciéramos el experimento de poner seguidas las canciones lentas y reflexivas y por otro lado juntar el dance, trip hop y drum’n’bass, tendríamos claramente un disco de vinilo con cara “a” y cara “b” más que diferenciadas. En esta pequeña joya, se utilizan de forma más clara ciertos acordes de guitarra, apoyados en unas notas muy claras de teclado, que a medida que va a avanzando el tema se complementan por otras melodías atmosféricas y relajantes, que si cierras los ojos te puede crear la sensación de que estás volando o algo así. Perdón si me pongo muy cursi, corto antes de que empalague diciéndoles que es una de esas piedras preciosas incrustadas en el interior de los álbumes, que si no les da por escuchar en su totalidad, se perderán; y como siempre digo, sería una verdadera pena. Se da carpetazo con “The future of the future”. Vuelta al dance puro y de sonidos brillantes. De los temas más largos del disco, es de los que junto a “Five fathoms” se puede enfocar de forma más sencilla a las pistas de baile. De esta forma, al tener un sonido y carácter muy parecido al corte de inicio del álbum, se le aporta al disco una especie de estructura cíclica por terminar de forma muy semejante a la que empezamos, habiendo pasado por distintos sonidos en el núcleo central, aunque basándose en una clara estructura de alternancia entre la calma y el baile.

“Temperamental” no salió excesivamente muy bien parado en lo que a resultado comercial se refiere y mantenimiento de repercusión del dúo en la primera línea del panorama musical. En parte, por esta época iba decayendo poco a poco el género del trip hop y se estaba empezando a conceder importancia a movimientos como el hip hop y por otro lado la nueva vertiente melancólica del rock que capitanearían bandas como Travis y unos meses más tarde Coldplay.

Aún así, recuerdo ver posters promocionales del lanzamiento del disco por las calles, con esa portada con el boceto de un busto sobre fondo blanco que tiene. En parte, la menor inmediatez y calado del single promocional “Five fathoms”, hizo que el público no se encandilará o apasionara con el disco. De hecho, hasta hace unos meses no me molesté en hacerme con él para escuchar el resto de la obra, y esta demora se debe en gran parte a que el mencionado sencillo me dejó algo frío en su época. No es que no me gustara, sino que bajaba el nivel respecto a anteriores singles.

Por fortuna, me dio por ahí un inesperado impulso y escuché el resto del disco. Canciones como “Hatfield 1980”, “No difference”, “The future of the future” y sobre todo mi adorada “Low tide of the night”, merecen bastante la pena. No voy a abogar por una afirmación tal como decir que "Temperamental" es superior a “Walking Wounded”. Creo que eso sería una exageración. Lo que sí les diré es que es un disco notable y un muy digno último trabajo de EBTG hasta la fecha.

En cierta parte, y como algún lector del blog comentó respecto a la revisión de “This Is Hardcore” de Pulp, "Temperamental" tiene desde mi punto de vista un regusto triste y melancólico por suponer el final de la trayectoria de EBTG. En 2002 saldría a la venta un recopilatorio de poético nombre titulado “Like The Dessert Miss The Rain”, que venía a incluir algún tema inédito. Desde entonces no ha vuelto a haber noticias de esta pareja musical y también sentimental. No sé yo si con tantas reuniones o regresos que se están produciendo en la actualidad, volveremos a saber de ellos o si volveremos a tener entre nuestras manos un nuevo álbum, y por qué caminos andará.

A día de hoy, nos queda la música (como reza el título del estupendo programa de José Luís Casado en La Otra de Telemadrid) que nos regalaron desde mediados de los 80 y la propuesta semanal gira sobre un disco, que considero en parte adecuado para el verano; imagínense en una discoteca de Ibiza bailando “The future of the future” o contemplando una puesta de sol en la playa con “Low tide of the night” en los auriculares de sus reproductores. Ya me contarán sus experiencias. Disfrútenlo.

2 comentarios:

Chuzz dijo...

Grandes paladines del pop melancólico (I don't wanna talk about it), de la ciudad de Hull, origen también de los Housemartins... de hecho siempre me han resultado familiares Hugh Whitaker, batería de los Housemartins y Tracey Thorn...

Abacab dijo...

Excelente apunte una vez más por tu parte Chuso. Ciertamente Hull nos ha reportado magníficas bandas.

Precisamente The Housemartins será una de las futuras entregas en los próximos meses; ahí lo dejo como anticipo.

Celebro tu buen ánimo de comentar mis artículos. Gracias por escribir.