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sábado, 29 de octubre de 2011

Genesis - Duke (1980)

Tenía ganas de hablar ya de este disco. Es más, creo que es increíble que habiendo cumplido 3 años de blog no haya sido objeto de análisis en post semanal todavía. Parte de la explicación reside con total seguridad en que es una obra que me gusta mucho escuchar en el mes de octubre y comienzos de noviembre de cada año, y más concretamente en la franja horaria entre las 19.30h y 22.00h cuando ya ha anochecido. Manías que tiene uno en este caso, pero por el motivo que sea, en años anteriores me ha pillado a contrapié con otros discos o artículos preparados, pasándosele su “época anual” que tiene para mí.

Creo que el toque otoñal se lo concede la que para mi es la gran canción de la obra “Duchess”, por esa melancolía que transmite en su ampulosa melodía y en la ciertamente triste letra que explicaré cuando me meta de lleno en el tradicional “mega-párrafo” de análisis formal del track list de la obra.

Es importante apuntar que a comienzos de la década de los 80, Genesis se había consolidado como un trío, compuesto por Tony Banks a los teclados, Phil Collins como batería y Mike Rutherford como encargado de las cuerdas, como de forma grandilocuente se reflejó en el anterior disco de la banda “…And Then There Were Three…”. Este disco, bajo mi punto de vista personal, a pesar de contar con pesos pesados de la historia del grupo como es el “Follow you, follow me”, o la incontestable “Many too many”, carece de consistencia y a ratos se hace algo pesado. No hay que obviar que el grupo llevaba en estado de recomposición permanente desde el trauma que supuso la marcha del vocalista Peter Gabriel, que en los días en que se editaba este disco que hoy revisamos facturaba su aclamado 3er. trabajo en solitario, y posteriormente el abandono del guitarrista Steve Hackett.

Poco a poco el éxito comercial del grupo iba en aumento debido a éxitos puntuales en forma de singles como el citado “Follow you, follow me” y en 1980 confirmarían su buen estado de forma con la que quizás sea la gran obra de los Genesis de la “Era Collins”. Y es que “Duke” es una obra ambiciosa, que casi llega a la hora de duración, con un listado de 12 temas variados, con toques progresivos en su sonido adaptados a los nuevos tiempos y con ejemplos pop que ayudaron a que el éxito comercial de la banda se siguiera afianzando.

Es curioso que se empiece con un tema que luego readaptaría en su primer disco en solitario el vocalista Phil Collins. “Behind the lines” aquí suena mucho más ampulosa y con una gran fanfarria sonora que le da un retazo monumental al inicio de “Duke”. Las guitarras se aceleran emulando a los sonidos más avezados de los días de “Nursery Crime”, entrelazándose con los fabulosos teclados de Tony Banks. Más de 5 minutos de canción que en realidad forman una suite con las 2 siguientes canciones. De forma umbilical conecta con la maravilla que ya les he advertido que es “Duchess”. Estamos ante un tema nocturno, melancólico, lleno de rabia en el proceder vocal de Collins ante el micrófono, el cual describe el declive de la carrera de una cantante, esa supuesta “duquesa” a la que alude el título de la canción. El tema dispone de un videoclip con un barbudísimo Phil Collins, ataviado con sombrero y gabardina y con el grupo dispuesto a ratos de forma lánguida en una sala de proyección (de esos momentos del video, he sacado la imagen de este post del grupo, puesto que no encontraba ninguna otra de 1980 de la formación). La composición es grandiosa desde su sinuoso y misterioso comienzo, lleno de matices interesantísimos, y que en definitiva sella una sección instrumental perfectísima para escuchar estos días sobre las 20.30h, cuando ya ha anochecido por completo, y si sobre todo tienen la suerte de estar en sus domicilios para apreciarla en soledad, que es realmente como se le saca el jugo a este temazo increíble. “Duchess” conecta con la 3ª pieza de esta suite de inicio, de título “Guide vocal”. Es un epílogo casi acústico, muy cortito en duración, que no pretende para nada entrar en competencia con la excepcionalidad de “Duchess” o el recargo sonoro de “Behind the lines”. Curiosa resulta la 4ª pista “Man of our times”, dispuesta sobre unos estridentes teclados a cargo de Tony Banks, y con un Phil Collins desaforado a la voz. A pesar de su notable desasosiego, quizás asociado al estrés que puede tener ese mencionado “hombre de nuestros tiempos”, resulta sorprendente que en el estribillo de la misma hay lugar para un cierto poso de melancolía en su melodía, el cuál notarán si se detienen a escucharla prestando atención. Uno de los grandes temas pop del disco y en consecuencia uno de los singles y éxitos comerciales de “Duke” es la siguiente pieza. “Misunderstanding”, además de contar con un videoclip que mostraba a Collins conduciendo un descapotable y escenificando esa confusión telefónica en alguna cabina de teléfono, es un tema accesible y fácilmente disfrutable, con unas líneas de guitarras medias comedidas y melódicas que se alejan de los excesos (por otro lado maravillosos) que se pueden apreciar en otras canciones de la obra. “Heathaze” comienza con semejanzas sonoras a “Guide vocal”, pero posteriormente se desmarca, conformando un tema con un sonido más agrio y lleno de entrega en algunas de sus partes.El gran tema pop extraído del disco, y que debido a su éxito o aceptación en la historia de Genesis marca un antes y un después en la discografía de la banda, es “Turn it on again”. Las guitarras melódicas de Rutherford, con las notas de teclados justas de Banks conforman un tema directo, rítmico y lleno de alegría, ilusión y buen rollo. Sin embargo, quizás es el tema que menos tenga que ver con el conjunto de la obra, pero aquí, en mitad del listado se hace agradable un respiro pop de estas características. Hay lugar para una balada desconsolada como es la sentida “Alone tonight”, la cual abre la parte final de la obra. Acto seguido llega “Cul-de-sac” con una estructura no clara, nada evidente, en la que sobre todo destacan el bombo que tienen los teclados de Tony Banks, siguiendo el patrón marcado en el comienzo de la obra “Behind the lines”. Estamos ante otro tema rotundo, que mezcla a partes iguales el sentir que te dejaba “Man of our times” con la ya mencionada canción de apertura de la obra. Tras tanto bandazo sonoro o sacudida que hemos experimentado en “Cul-de-sac”, ahora se dispone un tema con una mayor mesura titulada “Please don’t ask”, con un leve toque nocturno, en el cual los teclados de Tony Banks son más bien envolventes para este medio tiempo que nos permite coger fuerza durante sus minutos de duración, ya que el final instrumental compuesta por el combo “Duke’s travels” y “Duke’s end?” es un ejercicio sesudo, progresivo, oscilante y que busca darle carácter cíclico a la obra, retornando su sección final, propiamente en “Duke’s end?”, a los sonidos y melodías que conformaban la estructura troncal del inicio que pudimos escuchar tres cuartos de hora atrás con “Behind the lines”. En “Duke’s travels” sobre todo hay que destacar el increíble papel de Tony Banks en sus teclados. Phil Collins hace acto de presencia a eso de los 6 minutos cantando parte de “Guide vocal”. En todo caso es un final mágico y que le confiere ese carácter de unidad a la obra, dándole un enfoque conceptual.

Los Rutherford, Collins y Banks comenzaban los 80 con buen pie. “Duke” fue nº 1 en la lista de discos más vendidos en el Reino Unido y sus singles “Misunderstanding” y “Turn it on again” funcionaron realmente bien en sus papeles individuales. En los años venideros el grupo editaría en 1981 “Abacab” (¿de qué me suena a mi ese título?) y en 1983 su disco de título homónimo. Estos 2 trabajos a día de hoy están considerados obras menores en comparación con el protagonista de esta semana, pero en todo caso a mi me parecen dos auténticas joyitas en forma de álbum, con una razonable ración de excelentes canciones en su interior.

Quizás la percepción de que “Abacab” y “Genesis” estén en parte en el olvido resida por un lado en el enorme éxito del posterior “Invisible Touch” de 1986 y por otro lado en que Phil Collins, “muy a su pesar” como suele declarar, iniciara su trayectoria en solitario con un celebradísimo primer disco de estudio “Face Value” en el mismo 1981 donde se editaría también “Abacab” y comenzara a darle importancia a partes iguales a su trayectoria en solitario y a su papel en Genesis. Creo que lo mencioné en post anteriores, no sé si cuando analicé “Abacab” o “Face Value” de Collins, pero el caso es que Phil hizo un claro guiño a la portada de “Duke”, con ese personaje dibujado frente a una ventana en mitad de la noche (véase la luna), en el videoclip de “In the air tonight”.

“Duke” es una gran obra. Quizás uno de mis discos preferidos de Genesis. Estoy de acuerdo en el irrefutable hecho de que trabajos posteriores como “Abacab” o “Invisible Touch” son más accesibles, pero si a este álbum se le considera por gran parte de la gente como la última gran obra absoluta de Genesis (dejando de lado el éxito comercial o pegada masiva de trabajos posteriores), por algo será.

Respecto a la radio, avisar que hasta el sábado 12 de noviembre no volveremos a hacer un coloquio especial en directo a las 16.00h. Seguimos con nuestro programa de estreno semanal los miércoles a las 21.00h en &radio y a las 23.00h en RUAH, tocando el turno esta semana de revisar el disco “Automatic For The People” de R.E.M.. Esta tarde pueden volver a escuchar a las 19.00h en RUAH el programa de esta semana sobre 10cc y su “Deceptive Bends”, el cual subiré a lo largo de la próxima semana a nuestro perfil de Ivoox. Y ya saben que el lunes, martes y jueves a las 21.00h en &radio pueden escuchar repeticiones de programas antiguos si lo desean.
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martes, 25 de octubre de 2011

Concierto Second. Madrid (20-10-2011)

Poco a poco la banda murciana Second va poniendo su banderita de triunfo en distintas sedes dentro de la capital, y de paso saldando cuentas pendientes. Si ya avisaron en la actuación del pasado Universimad 2011 que había existido alguna tentativa frustrada anterior para que el grupo tocara en el festival, el ciclo “Retratos” de los Teatros del Canal era otro evento con una historia parecida, ya que parece ser que hace un par de años el grupo estuvo a punto de actuar dentro del ciclo, pero finalmente no fue posible.Aparte de saldar la deuda pendiente con el evento, el grupo nuevamente ofreció un concierto fabuloso en Madrid. El mismo no puede quedar empañado por el hecho de que a Sean Frutos se le escurriera la letra en “De Buenos Aires”, ya que las 2 horas de actuación que propuso el quinteto dejó satisfechos a todos los que allí acudimos, en parte también porque el grupo se hizo eco de las peticiones de los seguidores a través de las redes sociales, de cara a confeccionar el set list; de esta forma descubrí que los gustos de los seguidores de Second son muy afines a los míos, lo cual es lógico ya que un servidor de ustedes en definitiva es un admirador ya desde hace un tiempo del trabajo de esta formación.Fue un concierto en un teatro que rozó el lleno absoluto o al menos ofreció la impresión de ello durante la actuación. Las localidades eran numeradas, y te permitía poder tomarte algún momento de descanso sentándote si te hacía falta; yo, dentro de mis labores como medio acreditado, también me acerqué a las inmediaciones del escenario para tomar fotografías desde distintos puntos de vista de la sala, aunque debido a la precariedad de mi cámara, las imágenes son muy oscuras y de baja calidad. Abajo a duras penas les muestro a Sean desgañitándose en mitad de la parte acústica del show, escudado por Nando Robles y Jorge Guirao con su bajo y guitarra respectivamente.La puntualidad fue exquisita y el comienzo vino de la mano de la potentísima “Mañana es domingo”, uno de los mejores temas del último trabajo del grupo, como ya indicamos en la revisión de dicho disco en el post de hace unas semanas atrás. Dicha intensidad se mantuvo con la inmediatez del acierto en forma de canción que es “A las diez” de “Fracciones De Un Segundo” y acto seguido con la marchosa y bailable “Demasiado soñadores”, canción título del trabajo que es objeto principal del motivo de la presente gira que tiene ocupado al grupo. A continuación una imagen del bajista de Second Nando Robles, concentrado en sus tareas instrumentales.Luego vino un bloque interesante, encabezado por el tema de transición que es “Muérdeme”, para dirigirse a una sección o combo melancólico compuesto de 2 de mis temas favoritos de la discografía del grupo, lo cual me satisfizo sobremanera como podrán imaginar. Primero hubo lugar para la sentida “Horas de humo”, la cual fue objeto de un artículo que realicé en el blog “¿Canciones o lecciones?”, en que ya saben que colaboro periódicamente. Fue genial escuchar este tema nuevamente en directo, pero más genial aún fue que fuera enganchada a una de las grandes composiciones de “Demasiado Soñadores”, que ya saben que destaqué en su día cuando publiqué su post de revisión, me estoy refiriendo a “En pequeñas cosas”. Por lo que comentó Sean, este gran tema, incomprensiblemente no había sido aún interpretado por el grupo en directo, y en consecuencia fue uno de los temas que acertadamente fue escogido para el set list debido a las peticiones formuladas por los fans en las redes sociales que ya he mencionado anteriormente.El concierto prosiguió con el repaso de más temas de “Demasiado Soñadores” como “Psicopáticos” y “De Buenos Aires”, con el ya comentado lapsus lírico de Sean, el cual supo salir con maestría del trago, pidiendo sinceras disculpas y bromeando con el asunto al advertir que el motivo del fallo residía en que no pudieron ensayar más el tema por un viaje a Londres que realizó en ese semana el guitarrista de la banda Jorge Guirao. Fue muy de agradecer, al menos supongo que internamente para el propio Sean, la cálida ovación con la que le obsequió el público cuando se advirtieron los apuros del vocalista al final de la citada canción. Se llegaría al final de la 1ª parte de la actuación con el clásico ya a estas alturas por excelencia de Second, “Rincón exquisito”, con el primer single de “Demasiado Soñadores”, “N.A.D.A.”, que sonó solemne y concisa, para rematar con la más bailable “Autodestructivos”, que no escatimó a la hora de cerrar el repertorio eléctrico durante un rato.El sector acústico dispuso de varias de las sorpresas de la noche, concretadas sobre todo en otra de mis favoritas del lp “Invisible”, “Her diary” (solamente me faltó “Fortune day” de ese disco) y “Sometimes” del previo “Pose”. “Fracciones De Un Segundo” obtuvo una representación de 2 temas en este apartado del show, primero con la fabulosa “Conocerte”, con Sean esforzándose en la armónica además de en las voces, que abrió este segmento acústico, y posteriormente con la ligera sorpresa que supuso la selección de “En el viaje”. Sin embargo, mi gran momento (y no es que “Her diary” o “Conocerte” no me supusieran sendos momentos favoritos de la noche) de esta parte estuvo concretada en el cierre de “Demasiado Soñadores”, la sensacional “Tu alrededor” (que cada día que pasa me gusta más), que además dio carpetazo a esta 2ª parte del concierto, con su luminoso carácter y con Sean moviéndose entre el público y solicitando a varios de los asistentes que se encargaran de esos coros que se incluyen en el final de esta pista. A más o menos distancia, pueden ver el set acústico de Second en las imágenes que flanquean este párrafo.El regreso al formato eléctrico, lo cual puede ser considerado como un bis de 4 temas, alternó a partes iguales momentos más calmados como “Más suerte” y el único tema rescatado del primer disco de la formación “Watching the moon”, con arreones de la talla del tema “Invisible” y el ya tradicional cierre de concierto de la mano de la rotunda e incisiva “Rodamos”. Con los últimos acordes de esta canción se ponía el punto y final a casi 2 horas de actuación realmente buenas, y, ¿saben? Realmente me dio la impresión de que el concierto durara apenas una hora por lo entretenido que fue y lo bien que me lo pasé (con pocas bandas he tenido una sensación parecida de que el tiempo pasara tan volando; quizás con Arcade Fire hace casi un año, donde la hora y media parecieron en efecto tres cuartos de hora escasos). La siguiente imagen muestra al guitarrista y teclista Javi Vox en la penumbra.Del set list tengo poquísima queja, ya que dentro del mismo se incluyeron casi todos mis temas preferidos de Second. Quizás me resulte algo extraño que no se tirara de “Todas las cosas” con la tentativa por parte del grupo de que el aforo total del teatro se subiera al enorme escenario, recreando lo que el grupo hacía unos meses antes como en aquel concierto en la sala Joy Eslava de 2010. No será la última vez que podamos ver a Second este año por Madrid. Les queda el festival asociado a una conocida gran superficie comercial que se celebrará en el Palacio de los Deportes. No obstante, creo que esa ocasión no será tan especial como la que pudimos vivir este pasado jueves. El grupo derrochó simpatía y no solo Sean fue el encargado de interaccionar con el público, sino que también el bajista Nando Robles, el batería Fran Guirao y el guitarrista y teclista Javi Vox tuvieron momentos para dirigirse a la audiencia; destaco la coña que se marcó Javi Vox con Sean, hablando de patentar una idea de implantar asientos modulables en el teatro al estilo de un coche monovolumen. Quien se mantuvo en un segundo plano fue Jorge Guirao, que apenas luchó por robar mayor protagonismo del que ya se gana merecidamente con sus labores inestimables a la guitarra eléctrica.Termino remitiéndome a las primeras ideas que expuse al comienzo de la presente crónica, es decir, que Second cada vez son de forma más clara una apuesta segura de calidad y buena música dentro del panorama sonoro nacional. Creo que a estas alturas y aunque el grupo está en mitad de su “Gira Autodestructiva”, el grupo puede hacer un balance muy positivo de este 2011 en el que su 5º disco de estudio ha visto la luz ofreciendo un magnífico resultado y que tendrá como premio que el quinteto se pueda despedir del mismo defendiendo su directo en el marco incomparable del Palacio de los Deportes. Intentaremos no perdérnoslo. Terminamos el post agradeciendo una vez más a Mónica Caballero de Promociones Sin Fronteras la labor que ha realizado por su parte de cara a facilitarnos informar sobre este concierto en nuestra página.
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sábado, 22 de octubre de 2011

Katy Perry - Teenage Dream (2010)

Realmente la relación musical que tengo con Katy Perry es bastante parecida a la que ya describí en su día que tengo con su rival Lady Gaga cuando la Germanotta pisó por 1ª vez este blog con el artículo que dedicamos a “The Fame Monster”, ese maravilloso 2º disco de estudio de la controvertida artista. Y es que las 2 divas coinciden en el aspecto de que me llamaran la atención un par de canciones pegadizas de su primer lp masivo (ya que ambas tienen trayectoria anterior bastante minoritaria y alejada de sus propuestas actuales) y de esa forma hacerme con sus respectivos lps.

Digo lo mismo que en su día dije sobre Lady Gaga en aquel post inicial de su paso por este blog: alguno quizás se esté rasgando las vestiduras por el hecho de que Katy Perry sea protagonista de un post semanal en la presente bitácora. En todo caso, esto es lo que hay, y si hoy dedico el artículo a este disco y artista es porque algo aprovechable tiene. Créanme.

Si con Lady Gaga sus discos “The Fame” y “The Fame Monster” quedaron en la cola de espera interminable que tengo de discos a escuchar, y solamente la casualidad quiso que tomaran avance de posiciones en esa lista personal que tengo, con “One Of The Boys” Katy Perry corría el mismo peligro. Con su debut me hice hace tiempo motivado por la pegadiza y de llamativo videoclip (¡menudas patorras que se gasta la Perry al final del mismo remangándose el vestido de novia!) “Hot ‘n’ cold”. Hay que advertir que Perry estaba en su primer disco, por lo menos hasta el mencionado single “Hot ‘n’ cold”, enfocada en un rollo comercial pero con toques indie; digamos en una vertiente algo parecida a la de Lilly Allen. Luego, poco a poco Katy fue acercando posturas al pop masivo y comercial abandonando el regusto vagamente alternativo de alguna de sus composiciones.

No sería hasta este verano cuando en un viaje a Castellón lo fui escuchando en el coche en una compilación de última hora improvisada que grabé en un cd, en la que por fruto de estar a mano en la carpeta de turno del pc estaba por ahí el disco. “One Of The Boys” no obstante me parece de una inconsistencia mayor que el “The Fame” de Gaga, el cual tiene una 2ª parte estimo bastante anodina, salvo “Summerboy”. Aquí, salvo los 2 o 3 singles y la canción título que abre el disco, el lp es por lo general flojo desde mi punto de vista.

Sin embargo, este verano pasado tuve un dejavú en un momento de inspiración y recordé que hacía unos meses escuché una nueva canción del 2º disco de la Perry que no sonaba mal y tenía buen gancho sonoro. Sin embargo, el título se me escurría. Lo que sí hice fue engancharme a la popera y masiva “California gurls” y su impagable videoclip. Luego más tarde descubriría que el tema que me llamó la atención es precisamente el que da el título al disco en sí, “Teenage dream”, y recuperando su visionado en youtube terminé por darle una 2ª oportunidad a Perry haciéndome con este 2º trabajo de larga duración (3º de la artista si contamos con el llamado “Katy Hudson” de 2001) y procediendo a su escucha.

De primeras tuve una sensación parecida a la que tengo del anterior trabajo de la artista, pero el haberlo seguido escuchando me ha hecho ver que no está mal del todo. En todo caso, ha sido compañero de escuchas en las pasadas semanas de forma bastante intensa, y como él ha ocupado gran parte de mi esparcimiento musical, lo tengo muy fresco y me apetece reflexionar sobre Katy Perry y el lado pop actual, se lo traigo en el post de esta semana. Paso acto seguido a hablarles de las 12 canciones que incluye.

Ya lo he comentado tan solo unas pocas líneas atrás, fue “Teenage dream” la 1ª canción que escuché del disco al que precisamente concede título. Me suena que vi su video en Kiss Tv y recordaba vagamente la fiesta final del videoclip con esos bailes y bengalas encendidas que se aprecian. Y es que esta canción tiene un estribillo muy bueno y además el videoclip que se grabó del tema es igualmente muy válido. Nos evoca a esos sueños adolescentes en los que te hubieras escapado con tu primer amor, cogiendo un coche y marchándote de viaje sintiéndote joven y aprovechando la experiencia al máximo. Lo único que esas cosas suceden en Estados Unidos donde aún estando en el instituto puedes tener carnet de conducir y coche para hacer esas cosas. En España la cosa se retrasaría un par de años hasta el comienzo de la Universidad. Estamos ante un tema pop con unas partes líricas muy sensuales, como es ese apéndice al estribillo “haré que tu corazón corra a través de mis vaqueros ajustados, seré tu sueño adolescente esta noche”. Los versos son simples, sencillos, pero efectivos como “mi corazón se para cuando me miras”. Lo mejor de este tema es que realmente me hace viajar 13 años atrás en el tiempo. Quizás esta canción debería haber visto la luz en aquellos días y me hubiera servido de inspiración. Bueno, pasemos a la siguiente que quizás me estoy poniendo algo denso y no es mi intención. Rubrico afirmando que esta canción que fue single en 2010 y curiosamente ha sido la que menos tiempo estuvo en el nº1 en EEUU, ha sido uno de mis temas preferidos en este 2011 que fue cuando la terminé de descubrir. De la belleza de Katy en el video de “Teenage dream” se pasa al horror caracterizado en el que la convierten en el clip de “Last friday night (T.G.I.F.)”, en el que también aparece por ahí Kenny G, colaborador en una parte de este tema. Puede ser uno de los temas más cercanos al pop de “One Of The Boys”; quizás se trate de un descarte del mismo, no sé. No suena mal del todo, pero realmente su videoclip no es mi preferido del disco y eso me influye negativamente a la hora de tener percepción sobre la misma. A pesar de su toque irónico y ciertos momentos impagables, prefiero simplemente escuchar esta canción sin más adornos cuando escucho el disco en mi cadena. Quizás el gran hit de “Teenage Dream” haya sido “California gurls”. Aquí Katy invita al rapero Snoop Dogg, el cual a la vez es su rival en el videoclip de fantasía dentro de un mundo de golosinas, en el que Snoop dirige a un ejército de ositos de gominola que buscan derrotar a Katy, a la par que la hacen cortes de manga, pero que sucumben ante los disparos certeros de los tubos de nata que la Perry se enrosca en su bikini (estimo que la captura de cierto fotograma del videoclip que encabeza el post me ha quedado resultona, ¿no?). El tema en lo que a su letra se refiere, es una oda a las jóvenes chicas de California, poniendo de relieve y ensalzando los tópicos que las rodean. Un tema resultón, con coros acertados, y una melodía pop genuina y a la par ingenua que con justicia se ha convertido en uno de los éxitos de los últimos tiempos. Con lo que ya no comulgo dentro del lp de esta semana es con “Firework”. Bueno, hay que decir, ya que aún no lo he advertido, que todo single extraído ha sido nº1 en los Estados Unidos igualando el record de Michael Jackson con los sencillos de “Bad” obtenido 5 tops en lo más alto de un mismo disco. Pues la 4ª canción también ha sido en consecuencia nº1, pero su carácter tan hinchado no me gusta nada; del asunto de los números 1 de este disco, lo que me cabrea es que precisamente mi protegida “Teenage dream” es la que menos semanas estuvo en lo más alto de las listas en su momento. Katy sin embargo intenta dignificarse como vocalista en su estribillo, cantando en sus registros más altos, pero aparte de eso personalmente no me llama más la atención. Simpática supone la reiterativa “Peacock”, en la que podemos apreciar una vuelta de tuerca al “California gurls”, pero con un toque no muy alejado de matices del anterior disco de Perry “One Of The Boys”. En “Teenage Dream” también hay lugar para temas de corte más contundente e incluso rockero. Véase sin ir más lejos la siguiente “Circle the drain” en la que Katy hasta mete alguna palabrota en la letra para darle si cabe un toque más radical “quiero ser tu amante, no tu jodida madre”. Sin embargo, choca mucho que tras esta potente y aguerrida “Circle the drain” de instrumentación realmente arrolladora, se presente uno de los temas más pastelosos de la obra.No obstante, “The one that got away” no me resulta desagradable ni excesivamente empalagosa. Tiene un punto bonito y aunque es bastante azucarada, creo que su bondad reside en el sentir con el que Katy Perry afronta su interpretación vocal. Se está barajando como single tardío de la obra, pero está en duda con otro tema que escucharemos más adelante y que sería mi clara opción como 6º single. El single más oscuro y farragoso ha sido “E.T.”, que de hecho en su edición como sencillo ha contado con otro rapero, en este caso Kaney West, como estrella invitada. Tampoco me gusta en exceso esta “E.T.”, que incluso me evoca a las texturas musicales en las que se movía en su día un controvertido dúo que triunfó a comienzos del milenio, aquellas T.A.T.U. de Rusia. “Who am I living for?” no abandona el sector menos pop del disco, suponiendo un tema más sombrío, que pierde intensidad respecto a “E.T.”, pero solamente en el plano instrumental, ya que en lo que a la voz se refiere Katy se esfuerza mucho en el estribillo de la misma cuando se pregunta una y otra vez “¿para quién estoy viviendo?”. Ahora llega “Pearl” que es otra balada que ofrece unas interesantes partes prosaicas fuera del estribillo, que quizás es su punto más débil. No es un mal tema este “Pearl”, sobre todo por las partes ajenas al estribillo, pero particularmente estimo que queda totalmente eclipsada y anclada en el olvido por culpa de la gran joya oculta (de momento, ya que puede que sea single puesto que celebridades del mundo blogger como Pérez Hilton están a favor de que se edite como tal) de la obra. Y es que mi tema preferido del disco a día de hoy, por encima incluso de “Teenage dream” o “California gurls” es “Hummingbird heartbeat”. La letra es otra metáfora de esas tan del gusto de Katy, haciendo en este caso uso de los pájaros y de las abejas para dar forma al tema pop por excelencia del disco. Hablando en general, la música normalmente nos gusta porque lo que nos entre por los oídos nos resulte armonioso o despierte ciertas buenas sensaciones en nuestro ser; realmente no sé lo que me produce en mi interior “Hummingbird heartbeat”, pero simplemente diré que es un tema que me levanta la moral y me llena de energía. Quizás parte de la culpa de ese efecto en mi interior es la base rítmica potente y sólida que tiene y los acordes de guitarra eléctrica tan acertados que aporta, que acercan el tema a la postura de artista medio-indie que en sus primeros pasos con “One Of The Boys” parecía ofrecer Katy. Instantes de la canción, como cuando dice “el sabor de tu miel es tan dulce”, me encantan por la conjunción de elementos sonoros que se suman en esos segundos. También el puente al estribillo “incluso cuando las estaciones cambien, nuestro amor seguirá igual” me agrada mucho. Y en la parte final, cuando suenan fuerte las guitarras y Katy engancha el estribillo con esa frase “extiende mis alas y hazme volar”, estimo que hay otro punto muy bueno de la canción. En conjunto una maravilla pop y de los temas más válidos del disco. Es común que muchas veces que escucho el disco me quedo anclado en este penúltimo tema y lo escucho 2 o 3 veces más. Confío en verla como 6º single del disco y con un videoclip excelente que le haga justicia al tema. Tengo opiniones internas encontradas con “Not like the movies” como cierre. Y es que tras un tema tan bueno, o al menos que a mi así me lo parece como “Hummingbird heartbeat”, cualquier cosa me parece insuficiente. Quizás su carácter acústico y casi a capella es correcto para darle el cierre a “Teenage dream”, con ese halo de balada atormentada que tiene; o quizás no. No obstante, con todo esto tampoco creo que “Hummingbird heartbeat” fuera un correcto final de disco. Su carácter realmente no pega para ese papel. No sé, en estos momentos en los que escribo este artículo no tengo muy claro que como cierre sea correcto o no “Not like the movies”, pero lo que es impepinable es que el disco en sí termina, más allá de que se incluyan algunos remixes o versiones alternativas ocultas de “California gurls” o “Teenage dream” en algunas ediciones.

Katy Perry ha sido la triunfadora de la 2ª mitad de 2010 y la 1ª mitad de 2011 de forma indiscutible y en parte aprovechando el parón que Lady Gaga se tomó hasta editar “Born This Way”. Ha topado la lista de singles más vendidos con todos los singles editados y sus videoclips en youtube han conseguido unos registros de visualizaciones realmente increíbles. Además, en los premios mediáticos otorgados por Mtv o los Grammy ha sido igualmente reconocida y en nominaciones no tuvo parangón, ni siquiera Gaga, la cual simplemente ha solventado la papeleta con “Born This Way”.

Este “Teenage Dream” es más consistente que “One Of The Boys” como disco, lo que pasa es que sigo diciendo que no llegan a la lógica que tiene por ejemplo “The Fame Monster” de Lady Gaga. También hay que tener en cuenta que tiene un número de canciones mayor y eso siempre complica alcanzar un carácter compacto a la obra, cosa reservada a maestros como Arcade Fire que con 16 temas en “The Suburbs” dieron luz a un disco sin fisuras y ensamblado de manera sublime. De hecho Gaga ha patinado ligeramente con la exageración en listado de temas que es “Born This Way”; una mayor criba y un menor número de temas hubiera ayudado inestimablemente a la rival de Perry en su, para mi, 3er. disco de estudio tras “The Fame” y “The Fame Monster”.

Es innegable el hecho de que Katy Perry es una de las nuevas divas. A mitad de su veintena, al igual que Gaga, suponen la nueva hornada que definitivamente han jubilado a Madonna (ya era hora que la Ciccone descansara algo), junto a otras compañeras de reparto como Beyoncé, Rihanna y propuestas más interesantes como Adelle. Además Perry es una chica que está más buena que el pan, y eso siempre ayuda; en ese terreno creo que golea a Gaga, aunque un servidor es de los que piensa que si la Gaga se peina o corta el pelo de cierta forma y si no se sobrepasa en el maquillaje también es resultona, y mucho.

Les animo a que escuchen “Teenage Dream”. Es un disco amable, con pocos momentos estomagantes (aunque algunos hay), y en todo caso con algunas joyas de pop comercial como la canción que le da el título o la hasta ahora joya oculta “Hummingbird heartbeat”. Con mi colaborador de tertulias radiofónicas Alfredo Morales, debatiendo sobre Gaga, él siempre me ha dicho que cuando la misma no se toma en serio es cuando mejor suenan sus composiciones. Estimo que a Perry ahí le sucede lo mismo y en los temas más desenfadados es donde resulta más fuerte el tirón de esta californiana que en sus primeros pasos musicales estaba enfocada como una cantante religiosa cristiana… ¡A saber qué pensaran de ella sus seguidores primerizos afines a esos patrones de conducta! Sin ir más lejos, observen la portada del disco que nos ocupa, con Katy completamente desnuda tumbada encima de una nube rosa. No me negarán ustedes que la vida da unas vueltas increíbles en ciertas ocasiones, ¿no?

Termino invitándoles a que esta tarde a las 16.00h y hasta las 18.00h sintonicen la señal de &radio en el 92.2 FM si residen en Torrejón de Ardoz o entren en su emisión on-line (http://laradioabierta.com/emisora-radio-abierta-922fm-en-vivo) para escuchar un programa coloquio especial sobre Mecano y su disco “Ya Viene El Sol” de 1984. El programa tendrá alguna que otra sorpresita, con lo que les recomiendo que no se lo pierdan. En nuestro estreno semanal de esta semana, el miércoles a las 21.00h en &radio y a las 23.00h en RUAH, dedicaremos nuestra hora a 10cc y su disco “Deceptive Bends”. El lunes, martes y jueves en &radio a las 21.00h pueden igualmente escuchar programas anteriores en repetición, por si no tienen nada mejor que hacer.
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lunes, 17 de octubre de 2011

Discos, música y reflexiones cubrirá el concierto en Madrid de Second (20-10-2011)

Ya saben ustedes que Second ha lanzado este año 2011 su nuevo y 5º trabajo discográfico “Demasiado Soñadores”, el cual ya revisamos no hace mucho en estas tierras. Es un excelente nuevo álbum de los chicos de Murcia, que en estos meses se están encargando de presentar en directo en una amplísima gira por toda la geografía española denominada “Gira Autodestructiva”, siendo el título de la misma un claro homenaje a una de las canciones más llamativas del nuevo lp.

Este jueves 20 de octubre Second hacen parada en Madrid, más concretamente en los Teatros del Canal dentro del ciclo de “Conciertos Retratos”, para ofrecer en un marco incomparable su potente directo. El grupo se está encargando de diseñar un programa a base de recuperar canciones antiguas no comunes, por lo comentado por sus componentes en las redes sociales, y no solo ofrecer contundencia a raudales, como ya hicieran en su paso por el Universimad de este año (la foto que encabeza el artículo corresponde a dicha actuación), sino también dejar hueco para formato acústico.

La cita es a las 21.30h este jueves, con apertura de puertas a las 20.30h, y las entradas están a precios realmente asequibles; una relación calidad-precio excelente, teniendo en cuenta las buenas sensaciones que este quinteto liderado por el vocalista Sean Frutos reportan cuando acudes a uno de sus shows. Les dejo aquí el link para adquirir las mismas por si se animan: http://www.teatroscanal.com/users/comprar-entradas.aspx?code=comprar-entradas-ciclo-conciertos-retratos

En esta ocasión “Discos, música y reflexiones” acudirá como medio de comunicación acreditado para dar cobertura al evento y así posteriormente comentarles por estas latitudes de la red lo que haya dado de sí el concierto. Evidentemente estará bien que lean el post que aquí publicaremos con la crónica de la actuación, pero será más provechoso para ustedes que acudan al recinto para vivirlo de primera mano si tienen ocasión; eso se lo garantizo. Termino el post nuevamente agradeciendo a Mónica Caballero de Promociones Sin Fronteras la deferencia a la hora de acreditarnos como medio de comunicación para informar del concierto.
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sábado, 15 de octubre de 2011

The Specials - The Specials (1979)

El final de la década de los 70 suele recordarse musicalmente principalmente por los días en los que el punk campaba a sus anchas, con el dominio y expansión de grupos como Sex Pistols, Ramones o The Clash, y por otro lado como los orígenes de la nueva ola y todos sus sonidos asociados. Sin embargo, en esos días, aparte de también existir un revival mod gracias a “Quadrophenia” de The Who, tuvieron en el género del ska uno de sus distintivos sonoros. Este género tomaba influencias del reggae jamaicano, caracterizándose por la inclusión de muchas secciones de viento y teclados vertiginosos y machacantes. Al frente del género, estimo que de forma indiscutible, históricamente hablando se sitúan Madness y el grupo que hoy nos ocupa y que hace poco pudimos ver en directo en el En Vivo 2011, The Specials.

Estos muchachos de Coventry, al igual que la mayoría de formaciones de ska, eran ciento y la madre. Sin embargo, es curioso que entre sus componentes no destaque un líder principal. Ni siquiera su vocalista melódico Terry Hall parece imponerse aunque sea ligeramente a sus compañeros el vocalista y jaranero Neville Staple, al guitarrista Linval Golding, a Sir Horace Gentlemen al bajo, al también Roddy Radiation Byers, al batería John Bradbury o al teclista y compositor de gran parte de los temas Jerry Dammers. Eran los días en los que el término skinhead aún no tenía connotaciones ideológicas de ultraderecha, ya que muchos skins originales eran seguidores de The Specials y para nada cuadraría que profesaran la religión de una banda en la que 2 de sus componentes principales, Neville Staple y Linval Golding, eran de raza negra.

The Specials destacaban por hacer versiones readaptadas al reggae de temas clásicos. No en vano uno de sus temas míticos, “A message to you, Rudy” es una versión, al igual que “Monkey man”, las cuales se les atribuye erróneamente a ellos como autores originales. Madness no fueron menos e hicieron prácticamente suya el “It must be love” de Labi Siffre, pero sin duda los naughty boys eran menos propensos a las covers que los rude boys. El debut es una pieza básica dentro de la historia del género del ska y de la música en general. Un disco muy entretenido que pasamos a revisar en el siguiente párrafo como protagonista de esta semana.

Pues nada, clásico para empezar. Se abre con “A message to you, Rudy”, una versión que popularizó el grupo y que muestra perfectamente esa simbiosis ska/reggae que el grupo profesó. Las notas de los metales de viento se hacen acreedoras del protagonismo principal del tema, que está cantado a dúo por Terry Hall y Neville Staple. Un gran momento sin duda alguna. Se gana ritmo en la segunda pista gracias a “Do the dog”, “Not the donkey” puntualiza Neville en los coros. Una canción acelerada esta “Do the dog” que da paso a un momento más pausado como es “It’s up to you”, lo cual nos sirve de descanso para afrontar un latigazo de ritmo como es “Nite club”, algo que no te esperas por ese comienzo pachanguero y dubitativo que tiene hasta que Terry dice eso de “…gastando dinero”. Los coros femeninos que tiene “Nite club” suman inestimablemente a la locura y desenfreno que ya de por sí tiene este vertiginoso tema. Retornamos a la pausa y los momentos anodinos, rítmicamente hablando me refiero, al darse paso a “Doesn’t make it alright”. Hay una alternancia casi perfecta hasta el momento, ya que el desenfreno y vértigo vuelven de la mano de “Concrete jungle”, en el que se aborda el tema de la violencia callejera. No en vano, recuerden lo que Linval dijo antes de que el grupo la tocara en directo en el En Vivo 2011. “Too hot” tiene una cadencia reggae relajada y que transmite un buen rollo interesante, contrastando con la tajante línea vocal que tiene. En la parte final se acelera algo, ganando intensidad mientras se remarca el título de la pista por parte de Terry y Neville.Grande, muy grande es la versión de “Monkey man” que hizo el grupo. Un tema jaranero, con unos coros casi ininteligibles a cargo de Neville Staple, y unos coros que invitan a la juerga y al cachondeo, dispersados por casi la completa totalidad de la canción. Animada resulta “Dawning of a new era”, que sigue perfectamente la estela que ha dejado la jaranera “Monkey man”. Sin embargo, acto seguido “Blank expression” nos deja un poco en fuera de juego con su estructura y sus paradas y arranques, con esos leves acordes reggae que tiene en su raquítica melodía. Interesante resulta “Stupid marriage” con esa intro de Neville Staple metido en la piel del personaje Judge Roughneck, para luego meternos en ese panorama desolador que describe Terry Hall al micrófono en el resto de la letra. El tema de los matrimonios no se deja de lado en la pista de corte reprochable “Too much, too young”; si no me creen, escuchen a Terry decir aquello de “… Ahora estás casada y con un hijo cuando podrías estar divirtiéndote conmigo”. Nuevamente no hay quien coja lo que dice Neville Staple en sus partes vocales tras Terry; solamente me quedo con ese “… conmigo” final que suelta. Momento de gran intensidad, con inicios y paradas marcados por un “¡Uno! ¡Dos!”, cortesía de Staple es “Little bitch”. Las guitarras de Roddy Radiation son un jodido trueno que no cesan en todo el tema y sobre las cuales un vertiginoso Terry Hall, casi sin respirar, escupe toda la letra casi del tirón, solo interrumpido por esas señales mencionadas de Neville. Curioso final supone “You’re wondering now”, quizás el tema más ingenuo y lento del disco, bastante repetitivo en su letra, y que permite que el estribillo “te estás preguntando ahora, qué hacer. Ahora ya sabes que este es el final”. De hecho, el tema termina así, de golpe, de forma muy apropiada realmente. Junto a “Too hot”, fue el único tema del disco que no sonó en el set list que The Specials dispusieron para su actuación en el En Vivo 2011.

The Specials ya se habían ganado un respeto por sencillos de gran éxito como “Gangsters”, pero con el papel que jugó individualmente fuera de este debut de larga duración “A message to you, Rudy”, el grupo terminó de confirmarse como una de las sensaciones del momento y uno de los grupos preferidos por la chavalada y la juventud de las islas británicas de aquellos días, por su sonido callejero, su estética refinada y los temas populares que trataban.

Seguiría el éxito del grupo con temas como “Ghost town”, número 1 para la formación en 1980 y otras composiciones como “Rat race”. Tras el 2º disco, el grupo se comenzó a resquebrajar y se produjo una escisión notable cuando Lynval, Terry y Neville formaron por su cuenta el Fun Boy Tree. Es inestimable ver el videoclip de “Driving in my car” de Madness en el que el pobre mencionado trío son objeto de burla de los naughty boys cuando están haciendo autostop para ir a Coventry y los Suggs, Chas Smash y cía. les hacen una pedorreta dejándoles en la acera tirados; lo gracioso es que los chicos se lo toman a bien.

El teclista Jerry Dammers sería quien permanecería principalmente en el grupo en los 80, dando lugar a algún tema notable, como el homenaje que hicieron a Nelson Mandela con “Free Nelson Mandela”. Sin embargo, Dammers es el único de los componentes clásicos que a día de hoy no están de gira con el grupo. El debut discográfico de The Specials es un disco por lo general divertido y animado. Representa también en parte a una época en la que lo que más se recuerda es el punk. La imagen de la portada y contraportada muestra al grupo como una temible panda callejera, cuya instantánea trasera nos puede hacer pensar que el grupo está viendo un partido de fútbol en una pantalla gigante de alguna “fan zone” al uso en alguna plaza de algún país organizador de un mundial de fútbol. El look hooligan no en vano va unido en gran parte a la estética que crearon Madness y The Specials, aunque en un sentido mucho menos refinado. Estoy seguro de que si deciden escuchar este disco lo van a pasar bien.

Esta semana en nuestro programa de radio podrán escuchar el miércoles a las 21.00h en &radio y a las 23.00h en RUAH un programa dedicado al disco “True Colors” de Cyndi Lauper. El lunes, martes y jueves en &radio a las 21.00h podrán escuchar repeticiones de programas de nuestro fondo de catálogo, pero más importante aún es que el próximo sábado 22 de octubre haremos un especial en directo a las 16.00h en la misma &radio sobre “Ya Viene El Sol” de Mecano.
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jueves, 13 de octubre de 2011

Concierto From The Jam. Madrid (08-10-2011)

A día de hoy, tiempos en los que debido a la crisis de la industria discográfica y el consecuente drástico bajón de las rentas por royalties es fácil poder ver a grupos míticos de décadas anteriores en directo al haberse reunido tras muchos años de separación y no querer saber nada unos componentes de los otros, sigue habiendo un número de bandas a las que seguirá siendo complicado ver en acción. Algunos ejemplos que me tocan de cerca son The Smiths, con unos irreconciliables Marr y Morrissey a la cabeza y por otro lado The Jam.

De esta forma, la única manera de poder ver algo parecido a lo que era la última de las bandas citadas, el trío de Woking liderado por Paul Weller, es la fórmula From The Jam, en la que con Bruce Foxton al frente se lleva a escena el tremendo potencial de la discografía de esta mítica formación mod de finales de los 70 y primeros años 80. De hecho, en los primeros pasos de esta recomposición o readaptación, también estaba en el ajo Rick Buckler, lo que sucede es que el batería original de The Jam a día de hoy ya no forma parte del proyecto y no podemos apreciar su metódica forma de tocar la batería en el escenario.Todavía con Foxton y Buckler unidos en el escenario, From The Jam visitaron Madrid hace casi 4 años, actuando en la sala Joy Eslava. Aquella ocasión me la perdí porque coincidía con aquel accidentado concierto (personalmente hablando; los seguidores de antaño del blog ya saben a qué me refiero) de Interpol en la sala La Riviera. Si llego a saber lo que me esperaba en La Riviera y más sabiendo que el concierto de Interpol en Vistalegre de noviembre de 2010 sería sustancialmente mejor, hubiera declinado ir a ver a Banks y cia. y me hubiera ido a ver a From The Jam; lo que pasa es que de aquel concierto me enteré a aro pasado cuando acudí a la misma Joy a ver a Editors una semana más tarde.

El pasado sábado acudimos prontito a la puerta de la sala Rockitchen, nada más terminar el programa de radio en directo especial que dedicamos a “Crime Of The Century” y Supertramp. Mi amigo y colaborador en nuestro programa de radio Mariano González y yo llegamos cuando en la puerta se encontraban varios de los componentes de la banda telonera. Durante el rato de espera hasta la apertura de puertas pudimos escuchar la prueba de sonido de From The Jam desde fuera y pudimos apreciar el sonido de “News of the world”. A los pocos minutos, el trío que forma From The Jam, con Bruce Foxton al frente, salieron por la puerta principal para meterse en una furgoneta e irse supongo a tomar algo antes del concierto; lo reconozco, estuve lento y no me dio tiempo a acercarme a saludar a Bruce y de paso intercambiar unas palabras con él y sacarme alguna foto de recuerdo. ¿Qué le vamos a hacer?Actualmente ya no está Buckler, y el sustituto es Mark Brzezicki, que ha sido batería de Ultravox (con permiso del sr. Warren Cann) y Russell Hastings tiene el papelón de hacer de Paul Weller a las voces y guitarra. Como teloneros se presentaron Sexplosion, que no Sex Explosion (por lo visto hubo una confusión con el nombre del grupo en la cartelería y publicidad del evento, según palabras de sus propios componentes). Esta formación se caracteriza con un heavy en el sentido más puro y clásico. Las influencias de Guns’n’Roses son evidentes no solo en la camiseta que llevaba el vocalista de la formación, sino también en sus voces y en las melodías tan cañeras con las que se defendieron ante una sala casi vacía, ya que la gente fue perezosa para llegar a la Rockitchen, consiguiendo la sensación de lleno prácticamente al inicio de la actuación de From The Jam. Sexplosion estuvieron contundentes, pisando con firmeza el escenario con esas tremendas botas de cowboy, muy al estilo rockero y heavy, que llevaban puestas. Quizás no tendrían mucho que ver con la banda a la que teloneaban, ya que la intensidad que ambas bandas ofrecen tiene poco que ver, pero se mostraron dignos y correctos en todo momento. Arriba del presente párrafo, una imagen de Sexplosion en directo.Puntualmente a las 21.30h llegaban al escenario el trío encargado de devolver a la vida la esencia de The Jam, con Bruce Foxton como primer espada. El comienzo no escatimó en energía, ya que uno de los temas bandera del “Setting Sons” de 1979 como es la enérgica “Eton rifles” es la que apropiadamente abrió fuego, metiendo a la gente de lleno en el concierto. Acto seguido se presentaría uno de los temas que anhelaba escuchar, que no es otro que la maravillosa canción “To be someone” de “All Mod Cons”. Otra gran etapa del show, al menos para mi foro interno, fue la que poco antes de parar para luego salir al bis, el grupo encadenó las rítmicas y fabulosas “Strange town” y “When you’re young”, 2 de mis temas favoritos de siempre de The Jam. Abajo un primer plano de Foxton haciendo coros a la par que tocaba su bajo.Muchas de las sorpresas del set list del concierto vinieron de la mano de ciertos temas de “All Mod Cons”. Fue muy agradable poder escuchar temas como “Little boy soldiers”, que sonó igualmente en los primeros compases de la actuación y más tarde ejemplos acertadísimos como “Thick as thieves”. Impagable fue también que se seleccionara la rareza sombría y por lo general calmada de “The butterfly collector”, que se mostró quizás como la mayor sorpresa del listado de temas que From The Jam escogieron para deleitarnos el pasado sábado 8 de octubre. La siguiente foto muestra a un enérgico Russell Hastings con el batería Mark de fondo.No obstante, dentro del set list hubo momentos para otras composiciones ajenas a The Jam, como el tema “Window shopping”. Los mejores momentos vinieron en el tramo final, cuando el grupo afrontó el bis descargando clásico tras clásico. Llegaba el turno de trallazos como “In the city”, “Going underground” o “Town called malice”, que podría definitivamente el punto y final a hora y cuarto de intenso sentir mod y el revivir de la esencia de The Jam más fiel que se puede conseguir a día de hoy. La única baja notable, que curiosamente figuraba en el set list, pero que luego se olvidarían de tocar, fue “Start!”; una auténtica lástima ya que en lo que a la línea de bajo se refiere hubiera supuesto el lucimiento personal instrumental de Bruce Foxton de la noche sin ningún tipo de discusión, por mucho que esta línea está sacada del “Taxman” de los Beatles. Realmente, en global resultó sorprendente el escaso material de “Sound Affects” que el grupo dispuso en escena.
Por lo general el sonido fue bueno y correcto. El bajo de Foxton sonó rotundo y contundente casi siempre. No obstante, en un tema, concretamente en “Beat surrender”, la ejecución fue algo irregular y no sonó para nada bien. Igualmente tampoco me dejó buen sabor de boca la versión más cañera de “That’s entertainment”, por mucho que Foxton se esforzara a fondo en los coros que aporta en este tema.De Bruce hay que decir que se mantiene en buen estado, tanto de forma como de apariencia física. Lleva bastante dignos los cincuenta y pico años que ya tiene y no escatimó a la hora de dar alguno de esos saltos suyos tan característicos mientras se afana en sacar el máximo provecho a su bajo. Tuvo sus momentos de protagonismo vocal como es tradición en “News of the world” y en “David Watts” que fue uno de los momentos más celebrados por la audiencia y en consecuencia de los que más jarana y movimiento provocó en el ambiente de cuarenta años de edad para arriba que colmaba la sala. A continuación pueden ver a Bruce y Russel completamente a tope en el mismo micrófono.Hay que reconocer que Russell Hastings tiene toda una papeleta a la hora de ser la voz y la guitarra del proyecto, sobre la que se extiende de forma alargada la figura del “modfather” Paul Weller. Sin embargo, Hastings me convenció mucho, contra todo pronóstico, y en muchos momentos hasta me daba la impresión de tener en frente al mismo Weller, ya que en parte Russel se da un aire de parecido físico a Paul cuando este último afrontaba los últimos compases de The Style Council, véase como ejemplo el look de Weller en la portada del disco “Confessions Of A Pop Group”.Terminando con la crónica del evento hay que reconocer, dejando de lado las consideraciones sobre si no está Weller o si no está Buckler, que el trío formado por Hastings, Brzezicki y Foxton al frente cumplen por lo general un papel más que correcto en el escenario. Salvo un par de canciones que estimé mal ejecutadas, el resto de temas sonaron rotundos, contundentes, con fuerza y dejaron satisfechos a los que se animaron a pasarse por la sala Rockitchen el pasado sábado 8 de octubre; al menos a mi me mereció la pena. ¿Que mejor sería ver a The Jam en su formación original? Por supuesto. ¿Qué mejor sería que en lugar de Brzezicki estuviera aún Buckler en la batería y Foxton se encargara de cantar todas las canciones? También de acuerdo, pero en todo caso, esto es lo que hay, que no es poco. Solamente por el hecho de ver en acción al fenomenal bajista que es Foxton en directo y experimentar una recreación de lo que en su día sería un concierto de The Jam merece la pena, porque, si no se han hecho a la idea váyanse haciendo: The Jam no volverán a reunirse jamás. Lo siento más que nadie, pero así son las cosas. Para terminar, agradecer una vez más a Pablo Camuñas y Mónica Caballero de Promociones Sin Fronteras que nos acreditaran como medio para cubrir el evento.
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sábado, 8 de octubre de 2011

The Alan Parsons Project - Ammonia Avenue (1984)

Siempre he considerado al bueno de Alan Parsons como un artesano de la música. Algo así como cuando hablan de los pasteleros artesanos, los cuales, lejos de la bollería industrial, hacen sus dulces y bollos con buenos ingredientes, cariño y esmero. Y es que esos 3 detalles, buenos ingredientes, cariño y esmero es lo que gran parte de la obra compositiva de Alan Parsons me reporta o transmite.

Me he decantado por uno de sus discos más exitosos, el “Ammonia Avenue” de 1984. El motivo básico de la elección reside en que dentro del mismo se incluye mi canción favorita de siempre del grupo, la cual no es otra que “Don’t answer me”. Es curioso que este tema pensara durante mucho tiempo que pertenecía a Chicago, quizás por su carácter tan endulzado, aunque es justo apuntar que este gran tema no alcanza los límites tan azucarados y pastelosos de los Chicago; no en vano, este tema lo escuchaba mucho en la radio, pero nunca oí al locutor de turno indicar que pertenecía a The Alan Parsons Project, con lo que una vez me compré un disco de Chicago pensando que dentro del mismo estaría esta canción; un disco que creo que no he vuelto a escuchar. Lo más gracioso es que el tema lo tenía ya en mi fondo de armario porque un ex amigo me había pasado en mp3 la discografía completa de Alan Parsons, pero todavía no había procedido a escucharla. ¡Qué cosas!

Este “Ammonia Avenue” tuvo el papelazo de tener que tomar el relevo al exitoso “Eye In The Sky” de 1982, el cual pasó a la historia de la música por ese tema que le da título tan realmente maravilloso. Para este disco que hoy les proponemos, al frente del proyecto seguían tanto Alan Parsons como teclista y arreglista y compositor y Eric Woolfson como cantante de la mayoría de las canciones y compositor junto a Parsons de todos los temas. El caso es que “Ammonia Avenue” cumplió de sobra con el expediente, ofreciendo un conjunto variado pero compacto a la vez de 9 canciones realmente interesantes. Veamos lo que nos aporta en cada una de sus pistas musicales.

Uno de los temas más recordados, y single de hecho de la obra, es “Prime time”. Un comienzo firme, ya visto definitivamente en su letra que dice “va a ser mi turno esta noche”, que en su melodía busca tener una fuerza rock que sin embargo no termina de romper y cuya mayor intensidad se alcanza en el estribillo. Woolfson se anotó la interpretación vocal del tema, cosa que no sucederá en la siguiente “Let me go home” en la que sí que se da una vuelta rockera e incluso con ciertos tintes glam, y que en consecuencia interpretaría al micrófono Lenny Zakatek, que se hará igualmente acreedor de la voz de otro de los temas potentes de la obra. Más llevadera, sinuosa y sensual resulta “One good reason” con Eric Woolfson nuevamente invitándonos a escuchar su suave registro vocal, pidiendo esa “buena razón” de forma insistente. El tema más pastelero, o mejor dicho romántico, es “Since the last goodbye”. Una pista de emotividad desbordada, correctamente llevada en las voces por otro vocalista para la ocasión, en este caso Chris Rainbow. Esta delicada balada se verá completamente eclipsada sin posibilidad alguna de discusión por el ya mencionado gran tema de la obra. “Don’t answer me” se presenta mediada la obra magnifica, radiante, luminosa y llena de un buen rollo pocas veces conseguido de forma tan elegante en una composición pop. Woolfson nos invita a “creer en el poder de la magia”, con guiños aflamencados con ciertos toques de castañuelas en los sonidos, en un tema coreable, con un estribillo fabuloso, pegadizo y de fácil recuerdo. Huelga decir que fue mi gran momento aquella vez que pude ver a Alan Parsons en directo y de forma gratuita en las fiestas de San Isidro de Madrid en la Plaza Mayor de la capital el 14 de mayo de 2004 (quizás el último concierto gratuito de artistas internacionales que el consistorio madrileño organizó para sus fiestas; un evento aquel que tuvo como invitada o artista anexa de excepción a Bonnie Tyler). Por cierto, que este concierto ha sido felizmente editado en dvd por si a alguien le interesa el asunto.

Cualquier cosa nos va a parecer poco después de este momento, además para sumar al hecho en sí “Dancing on a high wire” tampoco se esfuerza en combatir en protagonismo con “Don’t answer me”, confirmándose como un medio tiempo de transición que nos dará paso a continuación a otro golpetazo de adrenalina rockera, nuevamente interpretada por Lenny Zakatek a las voces, que no es otra que la grandiosa “You don’t believe”, la cual fue single extraído de la obra. Una buena canción cañera y potente para seguir ofreciendo variedad sonora a la obra. Ahora llega el turno de un tema instrumental nocturno, elegante y muy acertado como es “Pipeline”, del que sobre todo destaco sus melodías embriagadoras de saxofón que incluye a partir de la mitad del tema. El cierre es magnánimo y corre a cargo del tema que da título a la obra. “Ammonia avenue” es un tema extenso, el más largo de la obra, que termina con una ampulosidad y bombo increíble, que a la par destila una desolación y calmada melancolía aplastante. La canción va en un in-crescendo de intensidad casi imperceptible, en el que Eric Woolfson apuntala un poco más su leyenda como el gran vocalista principal de Alan Parsons que fue. No puedo imaginarme un tema mejor para finalizar este gran disco.

Estamos con “Ammonia Avenue” ante uno de los lps más exitosos en el plano comercial de The Alan Parsons Project. Quizás no sea el más valorado a nivel de crítica especializada, pero es estúpido negarle la importancia que tiene dentro de la discografía del proyecto. Gran parte de la carga del éxito reside en el papel de “Don’t answer me” como single, pero pensar que el disco no va más allá de ser el lp que contiene ese tema o “Prime time” es un craso error.

“Ammonia Avenue” es un disco perfectamente estructurado, con un orden del track list de temas intachable. Casi haciendo un juego de palabras de sonido con el primer vocablo del título “Ammonia Avenue” es armónico a más no poder. Ofrece un conjunto de nueve canciones muy variado, con temas muy rockeros, momentos muy emotivos, medios tiempos que para nada resultan anodinos y un tema instrumental de etiqueta negra en lo que a la elegancia de sus formas se refiere. Esa portada industrial con esa laberíntica estructura de tubos de aluminio es el único apunte artificial de la obra, puesto que vuelvo a poner de manifiesto que Alan Parsons al frente de su proyecto y en estrecha e impagable colaboración mano a mano con Eric Woolfson siempre destiló ese carácter artesano a la hora de dar forma a sus obras. No en vano no podemos dejar de lado que Alan Parsons fue ingeniero de sonido de The Beatles; ahí es nada.

Creo que este disco es válido para todos los públicos. Es de las obras más accesibles del proyecto, ya que quizás otras de finales de los 70 como “I Robot” o “Pyramid” se les pueden atragantar más. Todavía habría tiempo para que The Alan Parsons Project editara discos interesantes en la 2ª mitad de los 80 como “Vulture Culture” y personalmente sobre todo “Stereotomy” antes de que Eric Woolfson abandonara la nave. Seguro que “Don’t answer me” la conocen y probablemente les guste. Afirmo que este disco para nada les chirriará a los oídos a quien no lo conozca o incluso no haya accedido a The Alan Parsons Project y seguro que todos los que ya saben del disco de esta semana les gustará volver a escucharlo y quitarle el polvo acumulado. ¿Me equivoco?

Les hago una mención a nuestra sección radiofónica para terminar por hoy. Primero de todo, les insto a que no se pierdan esta tarde el programa especial que haremos en la sintonía de &radio sobre Supertramp y su “Crime Of The Century”. No obstante, el estreno radiofónico de la semana (recuerden que el estreno musical de la semana son los miércoles a las 21.00h en &radio y a las 23.00h en RUAH y que el resto de días en los que se emite en &radio suenan repeticiones de programas anteriores) será sobre The Lightning Seeds y su debut “Cloudcuckooland”. Finalmente, creo que no se lo comenté, pero lo pueden ver en el banner en la parte superior de la página: en &radio nuestro programa se emite ahora de lunes a jueves a las 21.00h, habiéndose dejado de emitir el viernes. Pues nada más, a ver si esta tarde pueden acompañarnos en las ondas a partir de las 16.00h en &radio en la inestimable compañía de nuestro equipo de colaboradores y una música inmejorable de la mano de Supertramp y su 3er. disco de estudio.

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martes, 4 de octubre de 2011

Discos, música y reflexiones cubrirá el concierto en Madrid de From The Jam (08-10-2011)

Este sábado 8 de octubre en la sala Rockitchen de Madrid tendrá lugar un concierto especial. Cierto es que The Jam (grupo que admiro profundamente de siempre y del que hemos comentado ya en el blog sus discos “Sound Affects” y “The Gift”) llevan separados desde 1982 y que su líder Paul Weller siempre ha renegado de reunir a la banda, pero sin embargo The Jam no solo eran Weller, sino que Rick Buckler (batería) y Bruce Foxton (bajista) también tenían algo que decir.

Por ello, hace ya unos años los otros 2 componentes de The Jam decidieron reunir la esencia de The Jam y llevarla a escena con el nombre de From The Jam. A día de hoy es solamente Foxton el que se encarga de mantener viva la llama, ya sin Buckler, pero rodeado de músicos muy válidos como Mark Brzezicki y Russel Hastings, para poder representar el directo tan potente del repertorio de The Jam.

Tendremos la suerte de acudir como medio de comunicación acreditado a cubrir el evento y tras el mismo, en los días sucesivos les dejaremos crónica de lo que suceda ahí el sábado. Las entradas están a muy buen precio, ya que si se compran anticipadas no superan los 30 euros. Por si es de interés suyo, aquí les dejo el enlace para que no esperen más: http://www.ticketmaster.es/entradas/goto.do?evento=From+The+Jam&poblacion&codIdioma=CAS

Seguro que este sábado viviremos un gran acontecimiento y además de alguna forma podré tachar de mi lista de grupos imposibles a The Jam, porque no les quepa duda de que este proyecto es lo más fiel que podrán encontrarse, ya que sería una completa campanada que Paul Weller decidiera juntarse nuevamente en escena con Foxton y Buckler bajo el nombre de la formación que les dio fama, gloria y éxito. No se lo pierdan.

Termino agradeciendo a Pablo Camuñas y Mónica Caballero de Promociones Sin Fronteras el apoyo que nos han otorgado en este evento.

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