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sábado, 2 de junio de 2012

McNamara - Rockstation (2000)

Quizás Fabio NcNamara tiene en sí mismo y en su actitud su principal handicap de cara a que se le tome en serio. Esa trasgresión excesiva que ha mostrado desde sus inicios vela cualquier forma de arte de este personaje tan singular, sin el que no se podría entender la Movida Madrileña. Y resulta que en su tanteo tiene anotados unos puntos musicales realmente interesantes, entre los que destacan principalmente aquel impagable “¡Cómo Está El Servicio De Señoras!” a dúo con Pedro Almodóvar y el ítem al que prestamos atención esta semana.

Allá a comienzos de milenio y entrado en los cuarenta, parecía que Fabio todavía no había sufrido las secuelas de los excesos varios de décadas anteriores y se conservaba en un relativo buen estado, nada que ver con su situación actual, en la que es evidente que McNamara está muy desgastado y afectado por toda la tralla que ha asumido en su vida. Por aquellos días, el gran Miguel Bosé tuvo la genial idea de reunir a Pedro Almodóvar y a Fabio para un especial de aquel notable programa “7º De Caballería” en el que volvió a sonar el “Suck it to me” y otras lindezas del ya mencionado disco de este binomio artístico.

Le picó fuerte el gusanillo a Fabio McNamara que, inteligentísimamente, se hizo acompañar del impagable músico Luis Miguélez, el eterno 4º componente de Alaska Y Dinarama y relevante guitarrista de la formación, para dar lugar a un disco que es realmente bueno, divertido, bailable, enérgico y disfrutable. Merece mucho la pena, pero para ello es preciso que le cojan el puntillo y si tienen algo previo contra el bueno de Fabio, que se quiten también de encima sus prejuicios. Comentemos sus 10 pasajes, en la mayoría de los casos hilarantes.

Un disco que se llama “Rockstation” no puede dejar de ser generoso en guitarras y más si Miguélez está en el ajo. Eso se puede apreciar en “Freakshow”, tema jalonado de fuertes riffs de guitarra de Luis Miguélez para ajustar una pieza que a ratos parece una especie de himno, lleno de referencias al glam y con algún guiño o juego de palabras gracioso, marca de la casa McNamara, como es el “mucho guiri, mucho gay, mucho guiri gay”. Una buena piedra de toque para comenzar, que se queda en nada con la potente y entretenida “Boogie movie”. Ya cuando el tema empieza con Fabio diciendo eso de “Defensores de Roma: Coliseo, Senado y pueblo romano, aquí tenemos para todos pan, circo y boogie movie”, adivinas que te vas a encontrar algo interesante. Mucho ritmo y mucho desparrame vocal de Fabio, no solo en sus múltiples partes de la letra llenas de exceso, por citar algunas “eres un Ziggy Starduuust” o “Eres muy terminator, bonita”, sino por como pronuncia y vocaliza, casi dando la impresión de que se está comiendo el micrófono a ratos. Una canción excesiva y curiosamente la que más recuerdo escuchar en los días en los que el disco era actualidad. Quizás mi favorita de la obra, solamente inquietada por algunas otras dudas razonables como será la universal “Gritando amor” que escucharemos más adelante. Quizás la canción que menos me llama la atención es “Yo creo en ti”, la cual ofrece un ritmo más lento y que se caracteriza en su letra por ser un indicativo del giro místico, que a día de hoy yo no sé si es impostado o real, de Fabio McNamara, que sin duda en aquellos días sonaba a coña marinera. Más en la onda del disco y ahondando en la moda reconvertida, se presenta “Chulo latino”, interesante por las distintas texturas de voces que se alternan mientras que enumeran esos elementos de vestir como las “medias del rastro robadas de un escaparate” o “el abrigo de Armani, que no es falso”. Uno de los puntos clave fue el único single extraído, “Mi correo electrónic… Oh!”, que ya en el título muestra esos juegos de palabras muy de Fabio, pero que también se ven en partes como “se trata de ti, se trata de mi, se trata de blancas” y también la alternación de idiomas, jugueteando con el inglés “píntate las uñas, píntate las nails”. En lo musical predomina la electrónica, aunque esos riffs cíclicos y machacones de Miguélez, muy relevantes en el tema, me gustan mucho. Destaca también esa especie de sintonización de señal con el título del disco dicho por ahí de forma salteada. Hay que advertir que en esos días el correo electrónico no estaba tan instaurado en nuestras vidas como lo está ahora, con lo que hay que reconocerle a Fabio el ojo que tuvo a la hora de tratar el tema; lo que pasa es que en ese momento nadie le cogió el punto. Lo de la particular dirección de e-mail de Fabio que menciona en la letra del tema, merece mención aparte y se ha convertido en uno de los momentos más recordados de su discografía en el apartado de letras, sobre todo con ese final “maricon.comtacón”.
Indicativo de cosas que haría Fabio tras este disco en Sarassas Music junto a su amigo y común de Tino Casal Antonio Villa-Toro es “Ultraceñidas”. Realmente se basa en repetir con distintas entonaciones entre sus frases lo que sería la reseña de una noticia en la prensa que contara el suceso de que hubieran encontrado a 2 travestis congeladas muertas en París. Se menciona la ropa que llevarían puesta al ser descubiertas y todo ello sobre la base electrónica más clara y acelerada de “Rockstation”. Esos primeros “se buscan” que espeta Fabio al inicio, parece que están soltados por Los Morancos embutidos en Omaíta. De primeras “Ultraceñidas” te deja a cuadros, pero terminas por cogerle el punto y divertirte con esa sucesión o superposición de descripciones de las travestis congeladas vivas protagonistas de la historia. Tras este momento tan particular y extravagante, se gira por el contrario al pasaje o capítulo más pop, accesible y válido para todos los públicos del disco. “Gritando amor” es un tema que desde primeras escuchas me imaginaba irremediablemente en la voz de Alaska y resulta que hablando con Alfredo Morales, colaborador de nuestro programa de radio y experto en el universo musical de Olvido Gara, me confirmó que Fangoria adoptó este tema en ciertas giras; será que oído no me falta. Y es que aquí podemos ver la influencia que Luis Miguélez podría tener en Alaska Y Dinarama en su día. No me dirán ustedes que esa parte del estribillo que dice “… y entraste tú más rápido que una bala y con la precisión del bisturí de un cirujano plástico…” no es muy de Alaska; pero no, es Fabio McNamara quien se anota su interpretación (gracias a la firma de Luis Miguélez, compositor de la letra y música del tema) y un tanto importante dentro de las mejores canciones pop editadas en la primera década del presente siglo. Imprescindible y un peso importante por si el resto del disco no les convenciera de cara a su escucha. Graciosa resulta la oda a quitarse las penas del amor con una borrachera que Fabio plantea en “Vivir no es Beverly Hills”. Y es que en una melodía no muy lejana de la oscurantista “Yo creo en ti” que hemos escuchado antes, llama poderosamente la atención ese “Si tu novio te ha puesto los cuernos el día de San Valentin, ¡feliz día de San Ballantines!”, como diciendo “pues da igual, agárrate un pedo y palante”. Esa parte de la letra que dice “me paso el día mirando tu fotografía” es más propia de un dueto del Juanes con Nelly Furtado, pero es algo que podemos obviar y perdonar a Fabio teniendo en cuenta el conjunto de la obra. “Placer por el placer”, penúltimo capítulo de “Rockstation” es una oda a colocarse y drogarse a base de bien y es inevitable no quedarse con ese “la coca me vuelve medio loca”. Machacona, algo repetitiva y reminiscente de aquella canción bacalaera de “La cabra” de mediados de los 90, pero que es muy válida dentro de una oda al rock glam que es este disco. Se termina con otro juego de palabras ya en el título con “Ave Fánix”, que es claramente un pasaje autobiográfico y de reafirmación de Fabio McNamara, que en efecto en aquellos días resurgió como ave fénix del olvido que quizás experimentó más allá de la década de los 80. Ese requiebro del “me temo que me meto” con Fabio en plan más locaza que nunca al micro, es indicativo del estilo excesivo y exagerado que siempre ha tenido al cantar.

Yo me atrevo a afirmar que si este disco hubiera sido editado en el extranjero y en otro idioma por Lou Reed, Iggy Pop o Marc Bolan, estaríamos hablando de una obra maestra de la música glam. Lo que pasa es que en España y con el problema asociado a la caricatura que tiene la imagen de Fabio McNamara, el disco no pasó de considerarse como un ejemplo del “frikismo”, cuando todavía en aquellos días no era muy común llamar o adjetivar a alguien o algo de “friki”.

Me parece que “Rockstation” es un disco muy bueno, de portada con fotografía difusa del dúo McNamara-Miguélez (por otro lado son impagables los robotitos de la contraportada), al que inevitablemente hay que cogerle el punto y meterse aunque sea parcialmente en su onda para escucharlo. Se pasa rapidísima su escucha y para nada se hace pesada, todo lo contrario. En su día tuvo notable repercusión y hasta recuerdo que Fabio McNamara y Luís Miguélez acudieron al programa de entrevistas “Lo +Plus” en el que no se me olvida una pregunta o afirmación que le hizo Máximo Pradera a Fabio sobre unas declaraciones del propio Fabio sobre el tamaño del pene de Pedro Almodóvar. Fue hilarante.

Dentro del conjunto hay que destacar el papel apuntalador que Luís Miguélez hizo en la obra, y se nota mucho su mano en varios pasajes, como esos retazos vagamente lejanos de los gloriosos Alaska Y Dinarama de mediados de los 80. Además, aunque el disco se editó bajo el nombre de McNamara, Miguélez aparece compartiendo protagonismo en la portada con Fabio y el videoclip de “Mi correo electrónic… Oh!”, además de acompañar a Fabio a actos promocionales tan importantes como la visita al mencionado extinto programa que co-presentaban Fernando Schwartz y Máximo Pradera.

Tras esto el propio Miguélez se metió en su grupo Glamour To Kill y Fabio siguió a lo suyo con otros proyectos musicales al margen, como el que le ocupa ahora ya mencionado de Sarassas Music con Villa-Toro y dándole a la pintura, que es algo que siempre ha tenido muy presente, influenciado por sus eternas amistades más allá de la vida con las Costus y nuestro querido Tino Casal.

Muchos dirán “esto no lo escucho ni en broma”. De hecho un compañero de trabajo que no traga a McNamara por sus excesos y trasgresión excesiva, y al que he animado a conocer varios artistas de La Movida, gustándole en algunas ocasiones las cosas que le he propuesto (y que a priori seguro que él pensaría que no escucharía ni le gustarían en broma) se ha negado en rotundo en darse un paseo por este disco. Bueno, cada uno que haga lo que quiera, pero termino por hoy, sin ánimo de enrollarme más, afirmando que “Rockstation” merece mucho la pena. Si este es el artículo más largo que he escrito desde hace ya un tiempo, que últimamente me gusta ser más directo y sintético (en la medida de lo posible), por algo será, ¿no?

Respecto a la emisión de nuestro programa de radio el próximo miércoles a las 23.00h en RUAH y una hora más tarde en &radio, permanezcan atentos a nuestras redes sociales (Twitter, Facebook y Tuenti), pues ahí les mantendremos informados de qué sonará. Falta por emitir el Especial The Cure sobre “Pornography”, pero no sé si esta semana será cuando le llegue el turno.

4 comentarios:

el gato kilo dijo...

Es un discazo sin lugar a dudas, el problema fue que era demasiado gay para el publico masivo, aun asi el disco vendio unas 10000 copias que no esta nada mal, claro que en esa epoca se vendian tantos discos que "rockstation" no entro ni entre los 50 primeros, ahora con esas copias vendidas seria nº 1!

Es un disco excelente que no tiene ni una canción de relleno y sin duda la obra maestra de Miguelez y Fabio aunque recomiendo que se le eche un ojo a discos como "a tutti plein" de Mcnamara o "musik pour the ratas" de Glamour to Kill porque merecen mucho la pena.

No me equivoco si afirmo que "rockstation" es el mejor disco de rock de la decada pasada, lo que pasa es que sigue habiendo mucho prejuicio, y sobretodo el personaje de Fabio es tomado a coña muy a menudo pero ese album es casi insuperable.
Mi favorita sin duda es "placer por placer" aunque ese "chulo latino" con los miaus y marramarramiaus desatan mi instito gatuno.

Me alegro que hayas descubierto este gran album de glam rock, es un disco perfecto para olvidarse de todas las desgracias que nos estan pasando a los españoles con esta crisis, pero en fin, mientras no acabemos muertos congelados vivos en paris vamos bien, aunque yo mas de una vez he acabado congelado vivo en esa ciudad aunque no llevaba ninguna minifalda negra de charol jeje

Cuidate, salud y Boogie Boogie!

Abacab dijo...

Kilo, es un disco fenomenal e impagable. Prácticamente me gustan todas las canciones. No tiene desperdicio. Es bueno musicalmente y muy divertido, pero sin duda hay que cogerle el punto. Lo que tú dices, salud, cuidado... Y boogie movie!

Gracias por escribir.

Anónimo dijo...

Enhorabuena por el articulo,
El disco es genial, solamente os faltó citar el último trabajo en cunto de Luis y Fabio....Bye Bye Supersonic :)
La entrevista tuvo que ser "lo más" xD llevo tiempo detrás de ella y nada....es increible no poder rescatarla de ningún lado...aunque sabiendo lo del comentario sobre Almodovar da que pensar el porque está tan oculta ;)

Abacab dijo...

Anónimo, es verdad, eso del último disco de Luis y Fabio se nos pasó por alto. No recuerdo nada del comentario sobre Almodovar, pero en todo caso es una lástima no poder recuperar aquel especial que Bosé realizó en "7º De Caballería".

Gracias por escribir.