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jueves, 19 de febrero de 2015

Concierto Rock And Love Festival (Rick Brendan + The Bronson). Madrid (14-02-2015)

El sábado todo nos salía de culo. Portero de fútbol 11 que es servidor de ustedes, nos meten 1-5 en nuestro campo a primera hora de la mañana. Luego por la tarde a primera hora tenemos que cancelar nuestro programa de radio en RUAH sobre Keane por un error del ordenador central de la emisora. Y, para colmo, cuando vamos para el centro a la sala El Sol para cubrir el Rock And Love Festival, resulta que por culpa del puto carnaval han cortado el paseo del Prado/Recoletos y obligan al 146 de la EMT a desviarse por la calle Génova con un atasco de 3 pares de cojones por la zona de Alonso Martínez; nos tenemos que bajar en la glorieta de Bilbao y apretar el culo andando a todo meter para llegar puntuales a la sala El Sol, con un frío de aúpa resultado del viento y la lluvia que empezaba.
Al menos esta vez que el evento no comenzara puntualmente a las 21.30h como estaba fijado nos salvó de perdernos parte del show. Bueno, pues tras esta ristra de calamidades del sábado, al menos lo que vivimos en la sala El Sol nos hizo terminar el día horribilis con una sonrisa de oreja a oreja. La “culpa” la tuvieron los zaragozanos The Bronson y el señor Rick Brendan. Ellos conformaban este Rock And Love Festival e hicieron que el evento fuera un éxito, no solo de convocatoria, sino de resultado escénico.
Saben los lectores de “Discos, música y reflexiones” que estuvimos hace unas pocas semanas atrás viendo a Fundación Tony Manero, una sensacional banda funk que venían a Madrid a presentar su “Superficial” en el mismo recinto que para esta ocasión. Por tanto, la experiencia con The Bronson de alguna manera nos suponía una especie de continuación de estilo con respecto a la última vivencia en la sala El Sol que tuvimos. Y desde el comienzo llamaron la atención.
Fue Rick Brendan quien salió a escena para dar el pistoletazo, cosa que nos hizo temer que The Bronson ya hubieran actuado al ver a Rick ahí. Rick presentó a los “maños del mundo y madrileños de Aragón” a The Bronson. Por fortuna no fue así y todo arrancaba en ese momento, en torno a las 22.05h. Con una grabación a modo de intro, parafraseando a la intro de la serie “El Equipo A”, fueron saliendo los 10 componentes que nutren esta banda maña. A medida que iban saliendo, sobre la pantalla de fondo iban saliendo las fotos de los componentes con sus nombres de guerra o apodos. Abajo un primer plano del cantante de The Bronson.
No sabemos si por la fecha carnavalesca o por otros motivos, The Bronson salieron a escena vestidos militarmente, algunos como soldados rasos, otros como presidiarios, la cantante como enfermera y otros con galones de altos mandos. Todo muy visual y muy bien llevado (lo pueden comprobar más arriba, es en la 2ª foto del artículo donde lo verán mejor). Comenzaron como empieza su primer disco “Greatest Hits Vol. 2” con “You are the devil”, un tema con el que metieron a toda la sala en los ritmos funky endiablados y muy bien aderezados por el cuarteto de metales de viento que tiene The Bronson. Tras la primera parada en la que el cantante de The Bronson advirtió que el que no tuviera pareja que la buscara, el grupo continuó con el escrutinio de temas de su primer disco, con la potente “Glory”.
Decir que The Bronson fueron de menos a más es una mentira. ¿Por qué? Pues porque siempre estuvieron arriba. Su cantante tras “Glory” dijo que lo estaban ya dando todo desde el primer minuto y en efecto no era para nada presunción barata. Alternaron temas propios con versiones fieles y readaptaciones fabulosas. Por ejemplo, hilarante fue el momento que supuso la readaptación del “Ghostbusters” de Ray Parker Jr., en la que se cambió el grito de “Ghostbusters” por “Charles Bronson”. Y es que el grupo tributa a este inmortal actor que nos dejó hace ya unos años atrás. Es muy importante poner de manifiesto que The Bronson tuvieron unas proyecciones fabulosas para cada una de las canciones, currándose mucho ese aspecto, y en ésta por ejemplo se valieron de imágenes de la primera película de “Cazafantasmas” con inserciones desternillantes de don Charles por ahí insertadas (si afinan la vista, verán a Bill Murray y cia. en la foto de debajo de este párrafo en la pantalla del fondo del escenario); curiosamente en Zaragoza en un garito donde había revistas para leer, vi en su día en un cómic una tira o historieta que también tributaba a Charles Bronson, apodado algo así como “Carlitos el broncas”; no sé si tendrá algo que ver con gente del grupo, tendré que investigar más a fondo.
A propósito de ello, hubo staff de The Bronson que repartieron bigotes postizos por la sala para mimetizarnos lo máximo posible con Charles, con la pena y lástima de que cuando pasaron por mi lado estaba sacando alguna foto y no pude hacerme con uno a modo de souvenir quizás en un futuro impagable. Dentro de la gente cercana al grupo, delante nuestra había un “Jesucristo García” afro-funky, que no sé si era el manáger del grupo, que no paró de saltar durante toda la actuación y animó mucho el cotarro; a nosotros nos tocó dejar un botellín de cerveza suyo vacío para evitar cualquier estropicio o calamidad; dentro del frenesí tenía conciencia de sala, cosa que rara vez se tiene. 
Siguiendo con un repaso de lo que musicalmente ofrecieron The Bronson, de sus temas propios poco podemos decir salvo que sonaron bien, ya que aún no hemos escuchado su disco “Greatest Hits Vol. 2”. En el apartado de versiones hubo mucho que comentar. Por ejemplo al comienzo de la actuación sonó una muy buena versión de “Kiss” de Prince que también su día popularizó Tom Jones. El cantante del grupo se fue quitando los galones y complementos de su traje de alto mando de las fuerzas armadas y terminó en camiseta de manga corta. Arriba vemos una foto con un instante de la interpretación de “Kiss”. Yo, como bien saben muy aficionado a los parecidos razonables (todos muy a mi manera), encontré rápidamente parecido al cantante de The Bronson (he buscado por internet y no he dado con su nombre, solamente con su apodo Earl Bronson en Facebook) pensando en una mezcla no tan imposible entre Dani Rovira y Santi Balmes de Love Of Lesbian. El tío es un showman de 3 pares de cojones. Se metió entre el público en más de una canción, moviéndose de lado a lado de la sala e incluso sentándose en el balcón de la zona vip de la sala El Sol. Abajo la foto que demuestra ese último momento de subidón comentado.
Tras “Kiss” tocaba volver a lo propio del grupo y aprovecharon para atacar con “Hypnotized”, su single estrella hasta la fecha de “Greatest Hits Vol. 2”. Y es que The Bronson se sirvieron de las buenas covers para complementar, que no para fundamentar el concierto. Sus temas de composición propia rayan a un nivel muy bueno. “Hypnotized” es una canción acelerada, muy bien llevada y con una estructura de ida y vuelta de estrofas a estribillo correctamente construida. Dentro de los temas propios “We’re gonna party” se la dedicaron antes de empezar a Demis Roussos y a Freddie Mercury; otra canción con mucho gancho y con partes muy diferenciadas. Tras esta pieza el grupo siguió percutiendo con más buenos temas como la incisiva y muy bailable “White people can play funky”.
Fíjense en la foto de aquí arriba a Charles Bronson mirando desde detrás del escenario a la banda que lo tributa. Los globos con forma de corazón revoloteaban por la sala, al igual que rulaba la pequeña muñeca hinchable que tenía acople para el micro en la zona franca de la misma, mientras The Bronson seguían con su repertorio sorprendiendo con interacciones muy acertadas con el público como cuando se les ocurrió hacer un “soul train”, que consistió en abrir un pasillo en mitad del público y que la gente discurriera por el bailando en parejas; se ve que el grupo, que había venido en un autobús con fans desde Zaragoza, ya habían explicado en qué consistía, pero me da a mí que la gente en ese autobús estaba a otras cosas. En la siguiente foto vemos a la voz femenina de The Bronson junto a uno de los componentes del cuarteto de los metales de viento.
También dieron el micro al público para hacer coros improvisados y con libre albedrío, saliendo bastante bien la cosa; esto sucedió en “White people can play funky”. Por cierto, que se me pasaba, durante el tren de baile soul hicieron una remarcable versión del “Groove is in the heart” de Deee-Lite, con proyección de varias imágenes de ese videoclip tan peculiar del citado hit, que cantó en buen lucimiento individual la voz femenina de The Bronson Lorena García (de ella sí que he encontrado su verdadero nombre); debe estar esta canción de revival, ya que esta misma tarde, antes de ponerme a revisar esta crónica y publicarla, la señorita Ana Morgade ha hecho un playback en “Zapeando” de esta canción. Abajo un instante durante “Groove is in the heart”.
Cuando ya estaba más que satisfecho de lo que The Bronson habían hecho hasta el momento, el grupo tuvo a bien darme otro motivo de alegría y sumarse otro punto a su favor cuando hicieron un respetuosísimo medley de Kool & The Gang, con todos los miembros de The Bronson con pelucas afro (salvo la del cantante, que era un mocho raro de fregona negro más bien) donde sonó “Ladies night” y mi predilecta y adorada “Get down on it”. El cantante The Bronson estuvo descomunal en este momento del show, cantando de tal manera que parecía el mismísimo T.J. Taylor si cerrabas los ojos. Nuestros videos están lejos de ser una maravilla, pero aquí les insertamos la toma que cogimos de la acertada cover de “Get down on it”; avisamos que solamente es un fragmento.
Nos daba pena, pero The Bronson iban llegando a su final de actuación. Con una buena versión desgarrada de “She’s a maniac”, con tributo inicial a Eva Nasarre, acabaron cerrando un concierto de éxito total, con la sala a reventar y la gente muy metida en su rollo. Las ovaciones que se llevaron fueron efusivas con merecimiento. Un descubrimiento The Bronson para nosotros. Somos aficionados al funk, aunque no sea nuestro género predilecto y en verdad esperábamos pasarlo bien, pero no tanto. Gratamente sorprendidos y a buen seguro haremos por ir a ver al grupo la próxima vez que vengan por Madrid.
The Bronson cedieron el testigo a Rick Brendan. Rick cambió el funky bailable por el rock, la intensidad y el toque glam que impregna a su show. Con sus músicos en curiosas vestimentas o disfraces, Brendan salió con su sombrero de cowboy blanco con corazón rojo en el centro y su casaca negra y con tremendas ganas de agradar con la banda sonora de “Indiana Jones” de sintonía y alguna otra que canción intercalada que en este show tenía un claro toque socarrón. Tras una potente intro rockera instrumental, Rick abrió fuego en el micrófono con “Rick Brendan está en la casa”, forma inmejorable de empezar el show, toda una declaración de intenciones: “Rick Brendan está en la casa, te subes o te bajas”. Nosotros nos subimos.
Cierto es que el público tardó unas canciones en cambiar el chip funk al rock de Rick, pero gracias a trallazos como esa irreverente revisión del “Personal Jesus” de Depeche Mode que es “Personal trainer”, la cosa no tardó en amoldarse al territorio de Rick. Especialmente agria y contundente sonó “Hollywood”, quizás el momento más intenso de toda la actuación de Rick Brendan y su banda. Ayudaron otros temas propios como “Estoy tronao”, una canción muy personal e irreverente que sirvió para relajarnos un poquito tras la brutalidad de “Hollywood”. Nosotros a continuación les dejamos el video que grabamos de “Personal trainer” en su primera toma de la actuación.
También destaca la revisión del “Seven nation army” de los White Stripes convertida por Rick en “Doctor amor” (recuerdos a nuestro amigo Miqui Puig, que también popularizó un tema de mismo nombre con Los Sencillos) que sirvió para caldear más el ambiente en la sala El Sol. En esta canción metió un curioso y puntual guiño al “Message in a bottle” de The Police del que me percaté y me gustó.
Rick apostó por un viral de sus imágenes icónicas en la pantalla de fondo, buscando afianzar unas ideas principales en lugar de la variada representación The Bronson, con un video para cada tema interpretado. La foto sonriente de Rick con la peluca rubia que luce en “Personal trainer”, otra foto con sus músicos, el símbolo del corazón atravesado por un rayo y la proclama del “Pa Que Aprendan Tour” estuvieron presentes durante todo el show de Rick.
Rick fue generoso y entregado con el público. Cariñosamente llamándonos “maderfuckers”, demostró su amor hasta el punto de lucir su torso depilado en forma de corazón cuando terminó la actuación. Rick extendió su bandera del amor, también en el sentido literal de la palabra cuando el banderón enorme ruló por la sala al final del show, y entre otras cosas venía con nuevo single calentito bajo el brazo. Venga, otro capítulo de mis parecidos razonables, a ver qué les parece. Va relacionado con la siguiente foto. Rick Brendan, cuando se quitó el sombrero y las gafas, con su bigote me recordó mucho al Brandon Flowers de The Killers allá por 2006 cuando los de Las Vegas editaron su 2º disco de estudio. ¿Están de acuerdo?
Dejando de lado ya la coña del parecido razonable, sigamos donde nos habíamos quedado, hablando del último single de Rick Brendan. “Traicionas al amor” fue uno de los mejores capítulos del show de Rick. El público coreó el tema con ganas y la ovación estuvo por encima de esos jaleos programados que irreverentemente mete Brendan entre canción y canción. Abajo el teclista de Rick Brendan, con una llamativa cinta nipona en la frente.
Uno de los momentos que llamaron la atención fue cuando Rick Brendan dio paso a una colaboración invitando a Georgina, alias Gigi. Un buen dueto para hacer una versión que le viene como anillo al dedo: el “No puedo vivir sin ti” de Los Ronaldos de Coque Malla; y es que Rick Brendan podría ser como el reverso más desatado y glam del propio Coque Malla. Como si ya Coque de por sí no fuera lo suficiente crápula y canalla en escena. Pero, la cosa no podía ser sin un sello personal de Rick, y por tanto aquí se sustituyó el “ti” por “Rick” y la letra de la cover quedó para enmarcar. También es preciso comentar la buena versión del tema final de la película “Grease” que Brendan se anotó tras la revisión de “No puedo vivir sin ti”. 
La actuación de Brendan duró poco más de una hora. Rick Brendan es un tío carismático; se parece a Morrissey en una cosa: es de esas personas que estás deseando que te insulten y casi hasta se lo aplaudes. Se esperaba con ansia el siguiente “maderfuckers” que nos dedicara. Con una nueva interpretación de “Personal trainer” como último bis, aunque ya en esta ocasión correctamente vestido para el momento, con su cinta blanca para la frente, camiseta amarilla de “Flash Gordon” y la peluca rubia, se llegó al final de una actuación que sí fue de menos a más para el público, no por el señor Brendan, que desde el comienzo lo dio todo junto a sus músicos, sino por la propia audiencia a la que le costó cambiar el ritmo respecto a la propuesta de The Bronson. Verán en la siguiente foto que el bajista de Rick Brendan se tomó muy en serio la fecha carnavalera a la hora de salir al escenario.
Terminado el show tiramos para la puerta y me topé con el cantante de The Bronson, formación a la que, con mucho acierto, Rick Brendan invitó a subir al escenario al final de su actuación y del festival para que recibieran otra merecida ovación; un punto de grandeza sin duda para Rick. Bueno, pues a lo que iba, que no me pude resistir a interrumpir al buen hombre, que estaba de charla animada con otras personas, y estreché la mano al cantante de The Bronson, felicitándoles por su actuación y avisándole de antemano que en esta crónica quedarían en muy buen lugar. El hombre estaba pletórico y creo que tampoco me hizo mucho caso, aparte de decirme que a ver si íbamos por Zaragoza; normal, estaba de celebración.
Antes de continuar leyendo, que esto ya va terminando, vean arriba al señor Brendan perfectamente preparado para el fin de fiesta con la segunda interpretación de “Personal trainer”. Salimos a la calle y el sábado se volvió a torcer, primero cayéndonos un chaparrón de padre y muy señor mío (suerte que la boca del metro de Gran Vía no está muy lejos de la sala) y luego soportando una espera de varios minutos hasta que el metro llegó al andén, repleto de gente, viajando como piojos en costura. Se ve que el sábado solamente podían pasarnos cosas buenas en el oasis de buen rollo y buena música que había en la sala El Sol.
Concluyendo, el Rock And Love Festival fue un exitazo. La sala El Sol rebosó y eso que hubo cambio de público, ya que hubo gente que se marchó tras The Bronson y otros que llegaron para ver a Rick Brendan. Tanto los maños como Rick estuvieron sensacionales y dibujaron el plan musical perfecto para un San Valentín en pareja (como fue mi caso) o para pillar cacho como pregonaba el cantante de The Bronson. La verdad es que desde septiembre estamos viviendo conciertos buenísimos en los que lo estamos pasando en grande: inolvidable para mí fue el de Morrissey, descomunal fue el de Los Ganglios en la fiesta del programa “Está Pasando” junto a Antonna y Sagrado Corazón De Jesús, e igualmente de bueno ha sido este Rock And Love Festival. Rick cuando salió a escena para arrancar el Rock And Love Festival presentando a The Bronson, dijo que no lo olvidaríamos en nuestra puta vida. Y razón tuvo. Agradecemos mucho a Nano Ruíz que nos propusiera como medio de comunicación para informar de este evento y esperamos haber estado a la altura de lo que fue la velada a la hora de contárselo aquí por escrito.

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