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jueves, 16 de junio de 2016

Concierto The Bronson. Madrid (10-06-2016)

Mientras que Mariano González se iba al Teatro Sanpol a ver a ELE nosotros nos íbamos a la sala BarCo a ver el “Bronson Circus”, el mayor espectáculo del mundo, o al menos uno de los shows musicales más divertidos y marchosos que se pueden vivir en la geografía española a día de hoy. El grupo de 10 componentes de The Bronson cambiaban para su indumentaria en escena el look militar por el de personajes circenses para presentarse de nuevo en Madrid. A eso de las 23.30h se metían como podían en el pequeñito escenario de la BarCo, inapropiado para una formación tan nutrida, y arrancaron con una de nuestras canciones favoritas de su repertorio “You are the devil”. Aquí les insertamos un fragmento que grabamos de la misma.

Al contrario que Javiera Mena la noche anterior, The Bronson se podrán quejar de otras cosas de la sala BarCo, pero de una de las cosas que no pueden poner objeciones es del sonido que disfrutaron. Cada uno de los instrumentos de la numerosa banda que son The Bronson sonó muy bien durante toda la noche. En esos primeros minutos sonó el “Get down on it” de Kool And The Gang, pero esta vez la versión se vio interrumpida de sopetón, cerrándose así el primer bloque musical de arranque. Quedaba mucha velada por delante.
The Bronson fueron generosos con Madrid y estuvieron hora y 45 minutos dándolo todo. Esta vez apostaron por un repertorio con menor número de versiones, si bien cayeron por ahí el “She’s a maniac” con la que se puso el punto y final a la actuación y una curiosa revisión de “Jesuschrist superstar” en la que hicieron un homenaje a, no sé si uno de sus seguidores más fieles o parte de su staff/management o las 2 cosas; la chanza que hicieron con él, vistiéndole de Jesucristo y dando la comunión al público, me hizo rascarme la oreja…: ¿Se verían inspirados The Bronson por mi comentario sobre este señor -al que también, con mucha razón, comparaban con Ara Malikian- en la crónica del concierto del Rock And Love Festival del año pasado? Vean a continuación una imagen del pasaje del show que les estamos contando.
Me reí mucho durante el momento “Jesuschrist superstar” y si fuera verdad eso de la inspiración sobrevenida a The Bronson por parte nuestra, sería la primera vez que DMR transgrede e influye en sus comentarios a un grupo musical; esto sería un primer paso en nuestras aspiraciones de dominar las corrientes de opinión musicales a nivel nacional e internacional (tono irónico “on”). Aquí abajo el cantante de The Bronson vestido como maestro de ceremonias y detrás el bajista del grupo vestido como hombre-bala.
No obstante, lo dicho, versiones al margen (muy buena la que hicieron de Sam & Dave de su “Hold on (I’m comin’)” donde Lorena, la voz femenina de The Bronson, brilló con luz propia), el grupo apostó por lo propio y con acierto. Lo que más destacaron fueron las entregas de su creación musical, o al menos eso me pareció a mí. Aquí a continuación una foto del público, enbigotado en su gran mayoría, y con el cantante de The Bronson inmerso entre las masas solicitando improvisaciones vocales al micro.
“Hypnotized”, otro de sus temas con gancho, también desfiló por la parte inicial de la actuación, completando un entregado arranque de show. “You got soul” vino detrás de “Hypnotized” y supuso un ligero cambio de ritmo para no terminar demasiado pronto con la lengua fuera. Dentro del set list, The Bronson adelantaron nuevas composiciones que formarán parte del siguiente disco de estudio de la banda. El nuevo material no sonó nada mal.
Arriba está Lorena y detrás de ella parte de la sección de viento de The Bronson. Musicalmente el grupo fue alternando bien los matices de su sonido, con composiciones de mayor aplomo con otras de mayor vértigo rítmico. De su “Greatest Hits Vol. 2” no faltó creo que casi ningún tema. Tuvo presencia notable “G.L.O.R.Y.”, de las de mayor músculo y contundencia en su sonido.
No faltó tampoco “White people can play funky”, en la que se hizo el mayor homenaje a Charles Bronson, con la sala casi al completo con sus bigotes de pega ofrecidos por el grupo bailando este temazo del repertorio del grupo. Hablando de los cambios de ritmo dentro del repertorio ofrecido, por ejemplo, antes de comenzar con el arreón del tramo final, “Pusherman” nos regaló el momento más íntimo y sensual de la noche. Abajo la sección de viento, con inquietante mueca del componente central.
La sala BarCo se llenó para ver a The Bronson. Damos fe de que si hubiera entrado alguien más nos hubiéramos muerto de calor. Les vino muy justa, repetimos, principalmente para poder encontrarse más a gusto en el escenario, muy reducido para ellos. Sin embargo, lo peor para el público fue no poder ver adecuadamente cómo funcionan las proyecciones de The Bronson tras el escenario. Al ser el local de techo bajo, el telón de fondo lo tapaban las siluetas del grupo y apenas pudimos disfrutar del papel visual de las proyecciones de The Bronson, las cuales son impagables. Abajo vean a Earl Bronson, cantante del grupo, con su peluca afro y a plena voz.
Siguiente comentando los videos y proyecciones, se pudieron ver bien, eso sí, los videos tutoriales para el necesario “soul train” que no faltó a la cita y otros clips en los que en alguno se pudo ver al propio Charles Bronson (el cual estuvo menos presente en los videos que en la vez anterior que vimos a los de Zaragoza). No obstante, la proyección que más nos gustó y que más gracia nos hizo fue una en la que aparecía un robotito de esos cuadradotes, que salía moviéndose con notable frenesí al ritmo de The Bronson en el tramo final. Encantador robotito hilarante, muy funky y pasado de vueltas.
El grupo se lo pasó muy bien no solo tocando, sino poniéndose pelucas afro cuando tocaba el momento (vean aquí arriba), repartiendo bigotes entre la audiencia (esta vez sí que me hice con uno para atrezzarme para el momento de “White people can play funky”), introduciéndose entre el público y pidiéndole colaboración para voces improvisadas (esto también sucedió en “White people can play funky”), tirando condones a la audiencia, luciendo muñecas hinchables de bajo presupuesto (para meternos en materia cuando le llegaba el turno a “Make love to me”) y promocionando su merchandising con mucho gracejo (el alegato de su cantante hacia los imanes promocionales de The Bronson supera al que hacía una por entonces poco conocida Lady Gaga cuando promocionaba en La Sexta su politono de “Just dance”). El guitarra y batería de The Bronson nos lo tapaba por nuestra posición una columna de bafles, aún así les conseguimos sacar alguna instantánea más o menos decente como la siguiente.
Con la locura, nunca mejor dicho, de “She’s a maniac” y el grupo en formación haciendo ejercicios de gimnasia ochentera, se ponía fin a hora y 3 cuartos de actuación divertidísima en todos los sentidos. The Bronson es un grupo que todo el mundo debería ver en directo. El género funk es accesible, con lo que no hay excusa estilística. Esta formación de Zaragoza toca bien, son desenfadados y montan un espectáculo sonoro y visual que merece mucho la pena; creo que este año o si no en anteriores, han recibido por ahí algún premio como mejor directo en algún certamen musical, con lo que nuestra impresión se reafirma en este caso con galardones.
La gente que fue a la sala BarCo respondió y se involucraron con todo lo que proponía el grupo; por ejemplo, el “soul train” fue muy nutrido (si bien he de confesar que yo no tomé parte porque quería tomar instantáneas del momento), aunque los que lo hubieran hecho con mayor clase, es decir, mi compañero de oficina Nicolás Zaragoza (de apropiado apellido, vean) y su novia, no pudieron asistir porque este pasado fin de semana estaban de viaje en las playas onubenses; una lástima. Abajo una foto del “soul train” iniciado por Lorena y Earl.
Al terminar la actuación pude nuevamente felicitar en persona a su vocalista, Earl Bronson, un tío realmente majo. Nos lo pasamos muy bien. Esperamos volver a ver a The Bronson por Madrid no a mucho tardar y que en la próxima ocasión cuenten con una sala de dimensiones más a su favor y que permita que más gente se sume a la legión de “bigotudos” (así se hacen llamar a los seguidores de The Bronson por si no lo saben).
Agradecemos mucho a la banda que se acordaran de nosotros para narrarles esta ocasión tan especial. Se ve que la vez anterior terminaron satisfechos de nuestra crónica del Rock And Love Festival en el que tomaron partida junto a Rick Brendan. Esperamos que esta ocasión también les guste este artículo. Al menos a nosotros su concierto sí que nos gustó y mucho.

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