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jueves, 18 de mayo de 2017

Concierto Javiera Mena. Madrid (14-05-2017)

Nuevo agradecimiento sincero de nuestra parte a 20Minutos por los mismos motivos que los realizados a colación de enterarnos del concierto de Aviador Dro. Gracias al diario vimos que nuestra admirada Javiera Mena ofrecía un concierto enmarcado dentro de las fiestas de San Isidro. Y además gratis. Mejor que mejor. Es curioso como cuando salimos el viernes por la mañana para la oficina no teníamos ningún plan para el fin de semana y a las 09.00h ya teníamos 2 citas ineludibles. Sorpresas te da la vida. Aquí debajo el símbolo de Javiera Mena proyectado en las pantallas gigantes de los laterales del escenario poco antes de que arrancase la actuación.
Curiosamente, una semana atrás había estado trasteando por la página web de Javiera Mena por ver si había previsto algún concierto por Madrid. Y no vi nada. Ya pasado casi un año de aquel gran concierto en el Teatro Barceló, el cuerpo me pedía otra actuación de Javiera Mena y el destino ha querido ser amable conmigo. No obstante, había sus cosas más complicadas. La primera el horario, ya que el día 15 yo trabajaba y me tocaba madrugar: Javiera Mena estaba programada a las 23:30h tras haber desfilado por el mismo escenario Rusos Blancos, Triángulo De Amor Bizarro y Surfin’ Bichos. Y lo segundo el emplazamiento: el escenario Puerta del Ángel, donde hace casi 6 años había asistido mi única vez a ver a Cyndi Lauper. Un buen sitio para conciertos, sin duda alguna, pero que me pilla a mano cambiada. Las fotos que saqué quedaron tremendamente oscuras, y si no vean la de aquí abajo de cuando sonaba la primera canción del concierto de Javiera Mena.
Me armé de valor y sin acompañante (la tercera de las cosas que iban en contra) salí de casa a eso de las 22h; siento el “feo” que hago al resto de los grupos que tomaban parte de la jornada, pero uno no da para más y tras el intenso concierto de la noche anterior de El Aviador Dro Y Sus Obreros Especializados tenía las fuerzas justas. Tenía curiosidad por ver a Triángulo De Amor Bizarro una década después de verles en aquel Pepeworld Festival junto a The Killers, Kasabian, Zeno And The Stoics y The Smashing Pumpkins, pero lo que sí pude ver fue el tramo final del concierto de Surfin’ Bichos, que a base de un buen rock potente tenían al recinto bastante alborotado. Aquí debajo una foto de Surfin’ Bichos en plena acción.
Al llegar a la avenida de Portugal nos obligaban a bajar hacia el río para acceder (el acceso más directo estaba cerrado) y para llegar al epicentro del recinto era preciso seguir una senda a ratos muy oscura donde era fácil hacerte un esguince de tobillo o simplemente pegarte una buena leche; no seremos muy incisivos con la organización, ya que dándonos la ocasión de ver un concierto de Javiera Mena por toda la cara, quejarnos sería de ser muy poco agradecidos.
Y de hecho, la organización funcionó con puntualidad inglesa, ya que, por fortuna para madrugadores de la mañana siguiente como era mi caso, a las 23:30h estaba todo listo para que arrancara el show; fue curioso que entre Surfin’ Bichos y Javiera sonara en el hilo musical la propia “Espada” en versión de estudio. Se apagan las luces y aparece sobre el escenario Javiera Mena, de negro completo, junto a su acompañante, que en esta ocasión se encargaría de la batería y percusión. Y arrancan como hace poco menos de un año, con la siempre acertada y disfrutable “Hasta la verdad” del disco “Mena”.
Javiera se quita la capa negra y queda con un elegante vestido rojo mientras que entra el cuerpo de baile, 3 bailarinas en esta ocasión, y comienzan a intuirse los acordes de esa joya musical que es “Otra era”. Gafas puestas (vean la foto superior del párrafo), desarrollan la pieza y terminan de ganarse al público. En este sentido el concierto sí que dispuso, al menos en mi zona, de gente volcada en el show y que lo vivía al máximo, pero con respeto por todo; por fortuna no había ninguna petarda pasada de vueltas como sucedió en el Barceló.
Respecto a nuestra ubicación, comentar que conseguimos ponernos en primera fila algo hacia la izquierda, pero sin utilizar malas artes; y es que al terminar Surfin’ Bichos se produjo el habitual relevo de fans que nos benefició en ese sentido. Por cierto, un escenario muy chulo el que se montó, con una cúpula al estilo de la estación “El Cisne” de “Lost” y con un frontal muy floreado a sus pies; en la siguiente imagen podrán intuir algo.
El repertorio fue algo más corto que en el Teatro Barceló. Quizás un par de temas menos. Hubo partes parecidas, pero hubo cambios que funcionaron a bastante mejor. Por ello, y sumado a un ambiente que nos rodeaba mucho más favorable, salimos mucho más contentos de este concierto que del de hace un año. Se mantuvo en el set list “Pide”, que ofreció un medio tiempo para relajarse un poco tras “Otra era”, llegando después la sinuosidad de “Sincronía, Pegaso”, siempre irresistible, para acto seguido ofrecernos “Sol de invierno”, que conectó con la anterior en el apartado íntimo. En “Sol de invierno” Javiera contó con la colaboración de La Prohibida, que sentada en silla frente a Javiera al piano cantó a dúo esta bonita canción. Aquí debajo una foto del momento colaborativo del show.
Y de aquí al final del concierto, vivimos unos 40 minutos de no parar. Javiera Mena pisó a fondo el acelerador y fue lanzando trallazos uno tras otro. Lo primero fue meternos en el número que supone “Espada”, con esa performance muy a lo “Star Wars” que ya contamos en el show de hace un año; en este sentido, el apartado visual de los bailes fue casi idéntico (salvo en las canciones distintas que ahora comentaremos), pero es que no me imagino una representación mejor para cada uno de los temas que la que dispone el cuerpo de baile de Javiera Mena en la actualidad. Por cierto, al mencionar “Sincronía, Pegaso”, se me olvidaba comentar las cabriolas y volteretas que hacía una de las bailarinas en el tramo final; un pasaje que quita el hipo.
Llegaba el turno de la sensual y festiva a la par “Luz de piedra de luna” (antes de la cual Javiera presentó a su cuerpo de baile y acompañante musical), como siempre divertidísima y muy bailable. El público estaba muy metido en el show y a Javiera se la veía alegre en el feedback. Ya al comenzar el concierto confesó que no esperaba tanta respuesta de público y lo demás vino gracias a su buena forma de llevar la actuación. Ofreció un interludio con una cover de “Ritmo de la noche” de apenas un minuto, que nos llevaría a un combo que me faltó en su día en el Teatro Barceló y que curiosamente me pilló de sorpresa en esos momentos; de ese momento que les comentaremos en el siguiente párrafo, les insertamos el único vídeo del concierto que merece algo la pena, ya que los que grabamos con el móvil quedaron tremendamente saturados de sonido, y es que los beats y bases con los que contó Javiera sonaron muy potentes durante todo el show.

Si uno fuera egocéntrico, podría pensar que Javiera Mena leyó nuestra crónica de hace casi un año y que quisiera satisfacernos personalmente; para nada creemos que fuera así, pero en todo caso nos supuso una subida de varios puntos en nuestra percepción positiva de este concierto que Javiera dispusiera “Que me tome la noche” (grabamos un fragmento que les hemos insertado arriba de este párrafo; no se pudo grabar completa porque la batería no quiso más) y acto seguido “La carretera” (no en vano, comentamos nuestra asistencia al evento mencionando parte del estribillo de la canción en las redes sociales horas antes). Con estas 2 canciones, la fiesta se despendoló. Todo el mundo no paraba de dar botes, y es que estos 2 temas son perfectos para provocar la histeria en el tramo final de un concierto. Tremendo acierto y más en una actuación ante tanta gente.
Nos relajaríamos levemente con la versión de “Yo no te pido la luna”, pero quedaba el fin de fiesta. Y el fin de fiesta no lo supuso otra cosa que la brutal y colosal “Esa fuerza”. Supone otra diana claramente que Javiera escoja este tema para dar final a sus conciertos. Es una de las joyas ocultas de “Otra Era” ante tanto single de relumbrón y supone en los conciertos un momento de fuerza, como su propio título indica, que permite terminar en lo más alto. La siguiente imagen intentaba conseguir un plano de la compañera de Javiera en la noche del pasado domingo a la batería, pero creo que la oscuridad no les va a permitir ver nada de nada (nuestra cámara de fotos va pidiendo ya un relevo).
No había tiempo para más ¿La única gran ausente de la noche?: “La joya”, pero tampoco la echamos mucho de menos con el menú que nos ofreció Javiera. Al ritmo de Wighfield y su “Saturday night”, el cual Javiera escogió como hilo musical a su despedida del escenario, tiramos corriendo hacia la estación de metro de la zona para dormir y descansar lo máximo posible, muy contentos por lo que habíamos vivido en compañía de Javiera Mena. Javiera estuvo sensacional en todos los sentidos: cantando, bailando y dirigiéndose al público (muy sentidas las menciones personales hacia Madrid y el cariño que tiene a nuestra ciudad).
De paso, firmó su quizás concierto más multitudinario en Madrid (que no de su carrera, ya que en otros festivales ha podido tocar ante audiencias si cabe mayores) y estoy convencido de que habrá ganado un nuevo puñado de “menistas”, porque en estos eventos es fácil que fuera mucha gente a ver a bandas de las anteriores, se quedarán bebiendo, fumando y sin parar de reír (como diría Mecano) para ver al resto de grupos, y a nada que vieran el show de Javiera saldrían más que contentos.
Y es que el concierto fue una fiesta. Muy intenso, muy directo y potente. Ya estamos esperando con ansias la nueva ocasión que tengamos enfrente encima de un escenario a Javiera Mena y eso que apenas han pasado unas horas (momento en el que estoy escribiendo esto, por mucho que lo publiquemos unos días más tarde).

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