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viernes, 2 de marzo de 2018

Karl Bartos - Off The Record (2013)

ANTECEDENTES E INTRODUCCIÓN.
Karl Bartos fue miembro de Kraftwerk desde la gira de presentación de “Autobahn” en 1975 hasta 1990, convirtiéndose en miembro fundamental a partir de 1978 cuando entra en la composición del álbum “The Man-Machine” (1978). A partir de aquí coescribió temas que se han convertido en clásicos del grupo como “The model”, “Computer love”, “Pocket calculator” o “The robots”, incluso llego a poner la voz al tema “The telephone call” (1986).

Bartos formaría parte de la llamada formación clásica del grupo formada por Ralf Hütter, Florian Schneider, Wolfgang Flür y el propio Bartos. Esta formación clásica se rompe en 1987 con la salida de Flür, que no estaba nada de acuerdo con las nuevas consignas de los dos miembros fundadores, más interesados en reciclar sus viejas canciones y modernizar su estudio que en realizar cualquier proceso creativo.

En cuanto a Bartos, hay que reconocerle su coherencia al dejar una banda tan importante como Kraftwerk. Él sabía perfectamente que cualquier cosa que hiciera a posteriori sería considerada como de segunda categoría debido a la leyenda adquirida por el grupo pionero de la electrónica. Bartos podría haberse plegado a los deseos de Ralf y Florian y dedicarse a alimentar la leyenda y a vivir de las rentas, que es lo que hicieron los miembros fundadores del grupo. Esta actitud tendría en el lado positivo el hecho de mantener un legado impoluto, pero tenía el precio del estancamiento creativo absoluto.

En un principio Bartos, al contrario que Flür, intento asumir las nuevas directrices, pero después de trabajar tres años en el álbum de reinterpretaciones de viejas canciones “The Mix”, en el año 1990 y después de una gira por Italia, donde se dedicarían a probar las nuevas versiones y corregir errores, Bartos ya no puede más y deja el grupo. Como premio cuando finalmente se publicó “The Mix” un año después, Bartos seria injustamente eliminado de los créditos del álbum.

Los 90 fueron años muy creativos para Bartos. Era evidente que estaba ansioso por salir del estancamiento obligado al que estaba condenado en Kraftwerk, así formo Elektric Music junto a Lothar Manteuffel, dúo que lanzaría en 1993 su primer álbum, el muy destacable “Esperanto” para inmediatamente disolverse cuando estaban preparando un segundo álbum que nunca llego a salir. Bartos colaboraría durante esta década de los 90 con Andy McCluskey de OMD o con Johnny Marr y Bernard Sumner en el proyecto Electronic.

Después de algún proyecto raruno como ese álbum bajo el nombre de Electric Music (esta vez sin k para diferenciarlos del dúo) donde demuestra sus influencias de los 60 con un sonido más bien britpop que no gustó a nadie, en 2003 decide por fin lanzar su primer álbum bajo el nombre de Karl Bartos. Se trata de “Communication”, que desde luego no inventa nada nuevo, pero es un disco muy disfrutable, muy bien estructurado y con algunos momentos realmente notables, a pesar del abuso sistemático del vocoder. Lo que los seguidores de la carrera de Bartos no podíamos imaginar, dada su querencia por la creación, es que iban a pasar 10 años para que hubiese un álbum nuevo y que encima este nuevo álbum no lo es tanto, ya que se basa en temas que en su día no vieron la luz desde la época de los 70 hasta nuestros días.

Señoras y señores nos disponemos a analizar “Off The Record”, el último álbum de Karl Bartos publicado en 2013.

ANALISIS DEL DISCO.
1. “Atomium”: La base de este tema data de principios de los 90, al poco de dejar Kraftwerk. La canción como su nombre indica está dedicada al famoso edificio/monumento belga. Por momentos pareciera que el tema bebe un poco de “Radioactivity” (versión “The Mix”), pero el exagerado tono dramático de los arreglos y un vocoder que no aporta nada aparte de hacer la composición más ridícula, terminan por echar por tierra un tema con buenas intenciones mal enfocadas. Este tema fue el elegido como single de adelanto y contaría con un video bastante poco atractivo… Sin duda el álbum tenía mucho mejores cartas de presentación que este “Atomium”.

2. “Nachtfahrt”: Si “Atomium” resultaba decepcionante, este “Nachtfahrt” nos reconcilia con el mejor Bartos, ese que sabe crear buenas melodías que se acercan al pop. En “Nachtfahrt” la escasa letra cantada o recitada en alemán nos lleva por un dulce viaje en coche a través de la noche, en la que podía ser una bonita secuela de “Autobahn” con un toque romantico.

3. “International velvet”: Siguen las dulces melodías repetitivas con este tercer tema cuya única letra es el título de la canción recitado vía vocoder. Las texturas y tonalidades conseguidas en el sonido nos recuerdan los mejores momentos de Kraftwerk. “International velvet” es un bello tema reposado ideal para relajarse y dejarse llevar por sus delicados sonidos, además prepara el terreno para uno de los temas más importantes del álbum.

4. “Without a trace of emotion”: Alguna vez Bartos ha dicho que su tema “Life” perteneciente a su anterior álbum “Communication” había sido compuesta teniendo en mente a Bernard Summer al micrófono y lo mismo se podría decir de este “Without a trace of emotion”, que es puro New Order o Electronic, se trata de un tema electro pop perfecto con una melodía soberbia y algún que otro efecto coral que eleva el conjunto. De algún modo este tema es un ajuste de cuentas con su pasado en Kraftwerk: la frase “red shirt, black tie, you’re history” es elocuente al respecto y no le falta de razón en el sentido de que Kraftwerk musicalmente hace tiempo que son historia. En el videoclip realizado para este tema vemos la primera aparición de Herr Karl, un maniquí vestido a lo Kraftwerk circa “The Man-Machine”, realizando diversas acciones cotidianas. En definitiva, podríamos ver esta canción como una conversación entre el Karl maduro de 2013 y su robot que jamás envejece y que representa ese pasado que siempre ha perseguido al músico.

5. “The binary code”: Se trata de una pequeña pieza sin demasiada importancia que a mí me recuerda salvando mucho las distancias a algunas de las primeras experimentaciones de Ralf y Florian anteriores a “Autobahn”, podríamos considerarla como una introducción al siguiente tema.

6. “Musica ex machina”: De lo más destacado del álbum, unas potentes y repetitivas bases electrónicas con un bajo atronador y un uso prominente del vocoder hacen de este tema lo más cercano al sonido Kraftwerk en todo el álbum. Sin embargo, la composición data de 1990 y dio bastantes vueltas, primero con el título de “Bombast” formó parte de la gira del año 1994 de Electric Musik, el proyecto de Bartos con Lothar Manteuffel. Luego se convirtiría en una de las canciones que el dúo Electronic formado por Bernard Summer (New Order) y Johhny Marr (The Smiths) grabarían en 1996 y que terminaría siendo la cara b del single “Forbidden city”. En la versión de Electronic el tema lleva el título de “Imitation of life” y es mucho más pop que la versión de Bartos que decidió llevar el tema a estructuras más básicas, lo siento por Bartos pero la versión de Electronic es mucho mejor. Existe un simpático vídeo de esta canción con un montón de gente escuchando el tema a través de auriculares, incluido el propio Bartos.
7. “The tuning of the world”: Una muy lograda melodía marca de la casa nos introduce un tema muy minimalista que no desentonaría nada en el repertorio de Daft Punk. Aquí, aunque el vocoder está totalmente presente, su utilización desprende cierta humanidad potenciada por una de las mejores letras que ha escrito Bartos focalizada en la fe o no fe en dios, la muerte y el sentido de la vida. Una pieza simple y al mismo tiempo perfecta.

8. “Instant bayeruth”: La génesis de este tema esta tan lejos como los años 70 cuando Bartos integro las filas de Kraftwerk. Es un tema muy especial con un sonido de película de ciencia ficción de la época y que contiene muy pocas variaciones de la melodía que se repite. Tiene un cierto aire lejano a “Spacelab” o “Kommetenmelodie”.

9. “Vox humana”: Como su nombre indica, tiene mucho que ver con la voz humana, con la sintética y la experimentación con ambas. “La voz humana es el instrumento musical más expresivo” dice la escasa letra y no le falta razón. Bartos integra diferentes voces y las acompaña con una serie de cajas de ritmos que hoy en día pueden resultar totalmente desfasadas, pero, claro, el tema empezaría a gestarse cuando aparecieron estas primeras máquinas que permitían no depender de un batería.

10. “Rythmus”: Este tema contiene el mismo patrón de ritmo que “Numbers” y casi se podría considerar otra reinterpretación del famoso tema. También incluye toques melódicos que recordaran al tema “Computer world”, además de alguna que otra variación bastante interesante, además de la voz de Karl en sus variantes humana y robótica. A pesar del eminente carácter retro y autohomenaje del tema, es muy disfrutable.

11. “Silence”: Se trata simplemente de cinco segundos de silencio, una soberana tontería. Aun así hemos de agradecerle que la broma solo dure esos cinco segundos y podamos pasar rápido al siguiente tema.

12. “Hausmusik”: El álbum termina con una canción que tiene reminiscencias de “Tanzmusik”, un tema de Ralf y Florian de 1973 cuando aun Bartos no estaba en la banda. Da la sensación de que “Hausmusik” es como sonaría la mencionada “Tanzmusik” si Bartos hubiese estado dentro del grupo. Bartos dibuja una bella melodía con un piano farfisa acompañada de unas primitivas percusiones electrónicas que también recuerdan y mucho a los primeros sonidos de percusión electrónica de Kraftwerk. Una forma curiosa y bonita de acabar el disco.

RESULTADO, CONCLUSIONES Y REFLEXIONES.
“Off The Record” es un experimento curioso que une trozos de canciones, bocetos que nunca llegaron a nada y mediante un lavado de cara los lleva al año 2013 con un sonido en general bastante actual, a pesar de la gran base retro de la que parte el proyecto.

En cada canción podemos encontrar algo distintivo del estilo de Bartos y por extensión de Kraftwerk. “Off The Record” en un disco bastante menos elaborado que el precedente “Communication”; el concepto es completamente diferente. “Off The Record” está concebido como un juego en el que Bartos nos hace pasar por actuales, composiciones que ya tienen muchos años y que podríamos calificar de descartes, pero el juego en reglas generales y quitando un par de traspiés funciona bastante bien, pues finalmente es un álbum que contiene los ganchos suficientes para cualquier fan de Bartos/Kraftwerk.

En cuanto a su repercusión, ésta ha sido bastante escasa. Además la gira no tuvo ni mucho menos tantas fechas como tuvo la de “Communication”. No pasó por España y mucho menos por Túnez, país donde habito o más bien sobrevivo, lo cual es una pena, supongo que el bueno de Bartos ya está mayor y prefiere no prodigarse demasiado por los escenarios, aunque nada le impide echarle una buena dosis de morro: plantarse con un portátil en medio de la Casa De Campo y darle a un botón para que empiece a sonar la música; en eso Karl tiene ya su buena experiencia. Él es un elegido, un puto amo.

Texto: Alfredo Morales.

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